Unos 196.000 millones de euros se pierden cada año en los cultivos por las plagas

Más de 180 países están negociando normas que dejen libres de plagas a diversos cultivos, en la reunión anual de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, un organismo auspiciado por la FAO, que establece e implementa normas para proteger las plantas de plagas y enfermedades, y para asegurar su comercio.

Fecha: 04-Apr-2019

Fuente: HortoInfo

Unos 196.000 millones de euros se están perdiendo cada año en el mundo por los daños que las plagas y enfermedades están causando en los cultivos agrícolas, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organismo que ha calculado que se pierde entre un 20 y un 40 por ciento de la producción.

Esto ha movido a que más de 180 países estén negociando normas globales para garantizar que determinados productos agrícolas estén libres de plagas.

El debate se está produciendo en la reunión anual del órgano rector de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria celebra en Roma, un organismo auspiciado por la FAO, único organismo internacional que establece e implementa normas para proteger las plantas de plagas y enfermedades, y para asegurar su comercio.

El objetivo es que avancen en la armonización de las reglas, señaló en una charla Lois Ransom, que ha presidido el grupo de trabajo que aborda esa cuestión.

En la reunión se ha propuesto elaborar entre 2020 y 2030 normas para productos específicos, acompañadas de protocolos de diagnóstico, tratamientos y orientación sobre cómo simplificar el comercio y agilizar las negociaciones de acceso al mercado.

En casos como el comercio de pimientos procedentes de Asia o mangos de África, los expertos confían en que las nuevas reglas aumentarán las posibilidades de exportación de los países en los que se producen esas materias primas y darán más confianza a los importadores.

“Los derechos soberanos no se verán afectados, cada país tiene que escribir sus reglas”, aseguró Ransom, que insistió en que la regulación de las plagas seguirá basándose en los análisis de riesgos y estando sujeta a una justificación técnica.

Otro miembro del grupo, Greg Wolff, precisó que se prevé crear listas de plagas y enfermedades que “no impongan ninguna obligación a los países importadores”, sino que sirvan para compartir la información de la que se dispone y acelerar el establecimiento de estándares.

Los países podrán acceder a documentos en los que se describan los productos agrícolas y sus usos, se detallen las posibles plagas y aquellas que están reguladas, y se incluyan las opciones para gestionar los riesgos y tomar medidas de protección con vistas a garantizar un comercio seguro.