Un proyecto de economía circular de valorizacion del bagazo de uva

Los resultados del proyecto de economía circular Vitalver de Terras Gauda permiten alcanzar la máxima sostenibilidad del viñedo mediante la valorización de un subproducto de la vinificación, el bagazo, que retorna a la viña como un biofertilizante y bioplaguicida de alta calidad.

Fecha: 29-May-2020

Fuente: Innovagri

Más de tres años de estudio y ensayos han permitido concluir que la conversión del bagazo en vermicompost mediante un proceso de vermiconversión con lombrices de tierra tiene un impacto positivo en el suelo, en el estado fisiológico de la vid y, a nivel organoléptico y analítico, en el vino.

Terras Gauda seleccionó 6,5 hectáreas de viñedo en dos entornos con características edafoclimáticas diferenciadas, a las que se incorporó en el último año una parcela de Caíño Blanco en desarrollo que se había replantado recientemente. Una vez comprobado que la utilización de vermicompost de bagazo de uva mejora la estructura del suelo y favorece la presencia de microorganismos beneficiosos para la salud de la planta, se amplió el alcance para conocer su efecto como bioestimulante y generador de defensas naturales.

Asimismo, se ha realizado una comparativa de los efectos del uso del vermicompost frente a otros abonos cuyo uso está muy extendido. Las conclusiones obtenidas son:

1.- Suelo: Para que la planta asimile nutrientes y obtener un buen estado sanitario de las vides es clave conocer la respiración basal, que mide la actividad microbiana del suelo, y ha sido netamente superior en las cepas donde se ha empleado el vermicompost frente a las cepas testigo. Por otra parte, la relación carbono/nitrógeno ha resultado sensiblemente inferior, lo que indica que este suelo constituye una mejor fuente de nutrientes de liberación lenta para las plantas.

2.- Planta: El contenido en clorofila, estrechamente relacionado con las condiciones nutricionales de la planta, es muy superior en las que se han abonado con vermicompost. En cuanto al estado sanitario, se ha observado una mayor protección frente a patógenos y reducción de infecciones después de su aplicación en forma líquida a las hojas, ramas y frutos. Y en lo que respecta al peso de las uvas por cepa, partiendo de valores bajos con respecto a la D.O. por conducir la viña en espaldera, se ha incrementado en casi un 20% en 2017, un 14% en 2018 y un 14,5% en 2019 frente a la parcela testigo.

3.- Vino: Durante las tres campañas se realizó la vinificación por separado de la uva de cepas abonadas con vermicompost frente a la obtenida de cepas testigo. En el vino experimental, el ácido málico ha sido netamente más bajo, lo que lo suaviza y hace más amable; y el pH ha sido inferior, lo que indica mayor estabilidad en el vino. Finalmente, en la cata a ciegas de las tres cosechas, ha destacado siempre el vino experimental, tanto por sus aromas como por su equilibrio gustativo, untuosidad y longitud.

“El vermicompost tiene un claro impacto positivo en el estado fisiológico de la planta y en la producción de la uva, lo que demuestra su capacidad bioestimulante en el crecimiento, desarrollo y buen estado sanitario de la vid, así como una mejora en la calidad del vino”, explica Emilio Rodríguez , director enológico de Terras Gauda.

“Facilita un correcto ciclo de nutrientes en la zona, los devuelve al suelo de una manera gradual estabilizando los componentes químicos sustraídos en cada cosecha. Esto lo convierte en un importante biofertilizante y nos permite seguir una viticultura netamente sostenible”, añade.

Adegas Moure también ha participado en el proyecto, cofinanciado por el CDTI con fondos Feder a través del Programa Operativo Plurirregional de Crecimiento Inteligente 2014-2020. Dos equipos de investigación de las Universidades de Vigo y Santiago, liderados por los catedráticos Jorge Domínguez y Marta Lores, respectivamente, han colaborado en la parte científica del proyecto.