Sobre la rentabilidad de las granjas ganaderas y el bienestar animal

Los planes de la Comisión Europea en temas como las emisiones industriales o el bienestar animal preocupan enormemente a los ganaderos españoles, que piden que se reflexione sobre estos planes y advierte de los efectos dramáticos que podrían tener para los productores y consumidores.

Fecha: 24-Mar-2023

Un tema sobre el que la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha pedido a la Comisión Europea una ‘reflexión profunda’ sobre sus planes en materias relacionadas con la producción de alimentos de granja, especialmente con las propuestas de directiva de bienestar animal y de emisiones industriales, por los efectos perniciosos que estas normas podrían tener en la producción de alimentos, en el precio y disponibilidad de los mismos, y en la soberanía alimentaria de todo el continente.

Granjas ganaderas y bienestar animal

“En las últimas semanas se han conocido ciertos planes de la Comisión Europea que pretenden modificar la norma que regula el transporte de los animales vivos o la densidad de animales que pueden criarse en una granja. Un informe no vinculante de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), publicado el pasado otoño, aboga por establecer mayores exigencias para el transporte de animales, lo que puede afectar negativamente a países grandes y periféricos como es el caso de España”, explican desde UPA, mostrado su preocupación sobre estos rumores relativos las propuestas que prepara la Comisión.

“Los ganaderos somos quienes cuidamos a los animales y los mayores interesados en respetar su bienestar, pero estas medidas pueden tener un efecto destructivo en el sector ganadero, en tanto en cuanto incrementarían enormemente los costes hasta niveles inasumibles. El efecto sería directo sobre el precio de los alimentos de granja como carne, huevos y leche, que crecerían a niveles inasumibles para la población”, concluyen desde la organización agraria y ganadera, ya que según sus cálculos, el informe de la EFSA habla de reducir hasta en un 72c% la población de pollos que podrían criarse en una granja, una cifra que se traduciría en desabastecimiento y encarecimiento extremos.

Y, finalmente, UPA también ha pedido a la Comisión Europea que reflexione igualmente sobre el proyecto de directiva de emisiones industriales, que pretende equiparar las exigencias que se aplicarían a las granjas a las de las factorías industriales. “Por más que algunos se empeñen, una granja no es una industria. En las granjas se cuida de los animales, no se fabrican alimentos”, aseguran.