Se instalan en el campo español los drones, para aplicar fitosanitarios con menor impacto ambiental

El grupo operativo Phytodron quiere impulsar y regular su uso para ayudar a cumplir su uso para ayudar a cumplir los objetivos del Pacto Verde Europeo. Está participado por centros de investigación como el IRTA y CSIC, empresas, universidades, asociaciones de agricultores, AEPLA, COIACC y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST).

Fecha: 03-Mar-2022

Fuente: Horto info

 Los drones ya se están incorporando al campo español para la aplicación de productos fitosanitarios en la lucha contra las plagas.

El empleo de estos vehículos aéreos no tripulados está siendo impulsado por el grupo operativo Phytodron, ayudando así además a cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo.

Phytodron está participado por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), Neiker, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC); las firmas BASF, Syngenta y Corteva Agriscience; la Universidad de Sevilla y la Universidad Politécnica de Madrid; las asociaciones de agricultores DeCoop, Baskegur y la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV); la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA); el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias (COIACC) y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST).

El uso de productos fitosanitarios ―productos químicos que tienen el objetivo de evitar plagas y prevenir y curar enfermedades de las plantas― en la agricultura, es clave para conseguir producciones de calidad y asegurar la viabilidad técnica y económica en la producción de alimentos. Ahora bien, éstos pueden contribuir a la contaminación del suelo, el agua y del aire, y a la pérdida de la biodiversidad. Es por ello que, en el año 2020, la Comisión Europea se comprometió a reducir en un 50% el empleo y el riesgo de plaguicidas químicos en la estrategia «De la granja a la mesa», un elemento clave del Pacto Verde Europeo. Una de las vías para hacerle frente es mediante la agricultura de precisión, con lo que los productos fitosanitarios pueden aplicarse de manera localizada y más eficiente, y reducir, de esta manera, su impacto ambiental. En esta línea, la tecnología dron puede ser una buena herramienta para aplicar de forma eficiente los productos fitosanitarios y minimizar sus riegos asociados.

Por ahora se considera que la aplicación con drones es una aplicación aérea, al igual que las aplicaciones con avionetas o los helicópteros, razón por la cual están sometidos a una regulación más estricta que las aplicaciones terrestres.

Phytodron, quiere generar datos y conocimiento sobre el uso de los drones, como una herramienta segura para aplicar productos fitosanitarios en viña, olivo y en el ámbito agroforestal, y avanzar en el marco que regula su uso.

Según explica Luis Asín, jefe del programa de Fruticultura del IRTA, «se ha demostrado que los drones son más adecuados que otros medios para aplicar productos químicos en parcelas pequeñas, zonas de difícil acceso para algunos vehículos o terrenos montañosos». A pesar de ello, todavía hace falta «conocer mejor su efectividad a la hora de aplicar los productos fitosanitarios, estudiar los diferentes métodos de aplicación, los efectos del viento y la velocidad del vehículo, así como evaluar la deriva asociada». Con este fin, en el marco del proyecto, esta mañana se ha llevado a cabo el primer estudio de aplicaciones en dron en unos campos de viña del término municipal de Raimat, en Lleida.

El grupo operativo Phytodron se inició en marzo del 2021 y está previsto que finalice el marzo del 2023. Entre los resultados que se esperan destacan: que el dron pase a ser una nueva herramienta de aplicación de los productos fitosanitarios, disminuir la cantidad de solicitudes de tratamientos aéreos de acuerdo con la normativa europea y generar suficiente conocimiento para que la aplicación de productos fitosanitarios con tecnología dron pueda dejar de considerarse un tratamiento aéreo y sea considerada un tratamiento terrestre. «Eso permitirá que se realicen tratamientos en el momento que haga falta, de forma precisa y en el momento adecuado», afirma Asín.