Residuos alimentarios que se convierten en materiales biodegradables para envases

El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMLAS), perteneciente a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana, está trabajando en dos proyectos, uno dirigido a convertir los residuos alimentarios en nuevos materiales biodegradables para envases y otro que busca transformar residuos agroalimentarios en bioplásticos.

Fecha: 14-Mar-2022

Por un lado, el proyecto FASTBIOPACK —en colaboración con empresas como Ducplast, Vallesplastic, ITC Packaging, Papel Plast Pack y Gaviplas— tiene el objetivo de convertir en nuevos recursos los biorresiduos originados por la industria alimentaria. “Los envases biodegradables ofrecen ventajas competitivas para productos como las cápsulas de café o monodosis de otros alimentos como pueden ser las salsas, ya que son productos con un alto contenido orgánico en los residuos que generan y su envase debería ser diseñado para que pueda degradarse con ellos. Este tipo de alimentos presenta una vida útil larga, hasta de un año, y las soluciones de envase biodegradable que existen en la actualidad presentan limitaciones”, explica Sofía Collazo, al frente de las investigaciones de Biodegradación y Compostabilidad en el Instituto Tecnológico del Plástico AIMPLAS.

Estos nuevos desarrollos, además de ser biodegradables, presentan propiedades barrera que protegen y alargan la vida útil de los alimentos envasados. En este proyecto también se investiga un novedoso método acelerado para el análisis del proceso de biodegradación que permita reducir a la mitad el tiempo de estudio de este proceso en las nuevas estructuras. El desarrollo de estos nuevos métodos para conseguir reducir el tiempo de los estudios de biodegradabilidad es relevante no solo para el desarrollo del proyecto, sino igualmente para facilitar a las empresas que realicen un cribado de muestras eficaz y así poder elegir el producto más adecuado para poner en el mercado.

Residuos alimentarios y bioplásticos para envases

Y, por otro laso, y también en la línea de soluciones para mejorar la sostenibilidad medioambiental del sistema productivo agroalimentario y reducir el desperdicio alimentario, el proyecto VALPLA —en colaboración con empresas como Polypeptide Therapeutic Solutions, Biopolis, Laurentia technologies, Vallés Plastic Films, Gaviplas, Plastire, Ducplast o Agua Mineral San Benedetto— trabaja con los residuos sólidos urbanos, los residuos lácteos y cítricos, entre otros subproductos de la industria agroalimentaria, así como la biomasa lignocelulósica, como alternativas a los recursos fósiles para obtener bioplásticos como el ácido poliláctico (PLA).

“Los residuos producidos por los hogares y los generados por el sector agroalimentario pero que carecen de valor nutricional presentan un alto potencial como alternativa a los recursos fósiles para elaborar bioproductos de alto valor añadido que pueden emplearse para fabricar envases alimentarios y cosméticos, implantes médicos o filamentos 3D, entre muchos otros productos”, explica Belén Monje, líder de las investigaciones en Tecnología Química de AIMPLAS.

Los resultados del proyecto supondrán un avance en la producción de ácido poliláctico (PLA), el biopolímero con mayor demanda en la actualidad, ya que no hay ninguna empresa en España productora de este polímero y a nivel mundial hay un número reducido de empresas con estas capacidades.