Reducir el riego en tomate mantiene la calidad comercial y aumenta componentes saludables

Se trata de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sevilla, mediante el que han analizado el impacto de la reducción del riego en un cultivo de tomate tipo Sunchocola, sin que se produjeran cambios importantes en la calidad comercial (color, tamaño, peso, firmeza, azúcares) y se triplicó el contenido en carotenoides.

Fecha: 08-Mar-2022

Tags: tomate

Fuente: Horto info

 Investigadores de la Universidad de Sevilla han analizado el impacto de la reducción del riego en el cultivo de tomates. Sus resultados demuestran que, como consecuencia del riego deficitario, no se produjeron cambios importantes en la calidad comercial del producto (color, tamaño, peso, firmeza, azúcares) y, al mismo tiempo, se triplicó el contenido en compuestos saludables como los carotenoides, según ha sabido Hortoinfo a través de la Fundación Descubre.

Señalan que, en la actualidad, el principal reto de la industria agroalimentaria es la producción sostenible de alimentos saludables en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras políticas nacionales y europeas. Desde un punto de vista económico y también para contribuir al reto de alimentar a una población creciente con recursos menguantes, es importante tener en cuenta la productividad de los sistemas agropecuarios.

El trabajo ha evaluado el efecto de una práctica agronómica sostenible, el riego deficitario, en tomates ‘Sunchocola‘, caracterizados por su intensa coloración verde-rojiza. El riego deficitario consiste en reducir el uso de agua intentando no afectar a la producción. La decisión de cómo reducir el riego se toma en función de medidas en planta, lo que permite un manejo más precoz y preciso del estrés hídrico. En este sentido, el estudio propone reducir el riego en la fase de cultivo más resistente, controlando el nivel de estrés en planta, para no afectar a la calidad y producción del tomate.

En concreto, se ha estudiado el efecto de esta práctica en la productividad, la calidad comercial y el contenido en compuestos saludables (carotenoides y compuestos fenólicos). Los resultados muestran que no se produjeron cambios importantes en la calidad comercial del producto (color, tamaño, peso, firmeza, azúcares). Asimismo, si bien el contenido en compuestos fenólicos disminuyó ligeramente, la presencia de carotenoides se triplicó. Este resultado es de gran importancia a nivel nutricional puesto que el consumo de carotenoides se asocia a la disminución del riesgo de padecer distintas enfermedades y a beneficios cosméticos.

Considerando que el tomate es uno de los cultivos más importantes a nivel mundial, la transferencia eficiente de estos resultados y los de otros estudios similares a los agricultores puede contribuir de forma notoria al ahorro de agua para irrigación a nivel global y a la producción de tomates con un mayor contenido en unos compuestos de gran importancia para promocionar la salud y en cosmética.