Proyecto SOSCO2 o cómo capturar CO2 y convertirlo en productos de alto valor

En las ensaladas o sándwiches envasados que comemos, en el agua con gas, en los refrescos o en la cerveza que bebemos hay CO2 o dióxido de carbono, un gas que, aunque no es tóxico, es uno de los principales causantes del efecto invernadero debido al aumento de su concentración en la atmósfera.

Fecha: 02-Mar-2022

Tags: SOSCO2 , CO2

Por ello, los equipos científicos del Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) están trabajando en el proyecto SOSCO2, una iniciativa impulsada por la Generalitat Valenciana y cofinanciada a través de fondos FEDER de la UE cuyo objetivo es capturar este gas que abunda en nuestro entorno y convertirlo en un recurso reutilizándolo como materia prima en disolventes, fármacos o biofueles, entre otras aplicaciones, lo que permitiría dar solución a uno de los mayores desafíos medioambientales, el cambio climático.

Cómo convertir CO2 en productos de alto valor 

La iniciativa aborda este reto a través de dos líneas estratégicas: el desarrollo de tecnologías de separación selectiva de CO2 basadas en membranas poliméricas con propiedades avanzadas, y el posterior uso del dióxido capturado para obtener productos químicos de mayor valor añadido. Para reducir el exceso de CO2 en la atmósfera, AIMPLAS también investiga con el proyecto INNOPUL el desarrollo de piezas estructurales 100 % reciclables con un coste competitivo que facilite su rápida introducción al mercado. El desarrollo representa una alternativa más sostenible para el sector de la construcción y más económica, dada la mayor durabilidad de estos productos y el menor mantenimiento que requieren.

“Los innovadores productos finales de este proyecto dotarán a las envolventes y superficies de edificios y estructuras de una resistencia duradera, además de su capacidad de reciclado y otras facilidades, como la posibilidad de transformarse en perfiles curvos o de unirse a otros materiales mediante soldadura, lo que ofrece la posibilidad de obtener estructuras hibridas metal-composites sin utilizar adhesivos”, explica Marta Pérez, investigadora de Construcción y Energías Renovables en AIMPLAS.

En esta iniciativa colaboran ocho empresas que cubren toda la cadena de valor de este proyecto, desde fabricantes de materiales plásticos y empresas transformadoras hasta empresas de construcción y servicios de arquitectura e ingeniería: Eslava, UBE, Xúquer Arquitectura e Ingeniería, Miraplas, Mocaplas, Urbana, Typsa y el Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Valencia (CAATIE).