En la actualidad, tres cuestiones están condicionando el desarrollo de la viticultura. De un lado, los cambios que se han experimentado en el concepto de cómo cultivar la vid: ubicación del viñedo, elección de variedades, manejo de las técnicas de cultivo… e incluso cambios en la forma de entender la calidad. Por otro parte, las variaciones climáticas que estamos experimentando, cambio climático o calentamiento global según opiniones, están determinando cuestiones tan importantes como la expresión vegetativa de la vid y funciones básicas de la planta, con un importante incremento del déficit hídrico. En tercer lugar, se hace necesario establecer estrategias de gestión del rendimiento que frenen el desarrollo de una viticultura más preocupada por producir que por el medio y la calidad.

En este contexto, hemos de plantear un marco adecuado que nos permita una eficaz gestión de la viticultura en general, y del rendimiento en particular. ¿Cuál puede ser este marco? En nuestra opinión los sistemas de producción vitícola sostenible.En ellos nos basaremos para nuestro objetivo de gestión y control del cultivo de la vid.