Por qué la agricultura sostenible tiene que ser una prioridad del G20

Aunque los alimentos son la necesidad más básica en la vida, hoy en día la inseguridad alimentaria amenaza el crecimiento y el progreso en muchas partes del mundo. Hemos hecho grandes avances durante el último siglo, promoviendo el desarrollo y creando una clase media en regiones donde antes no existía. A pesar de este progreso, se necesita hacer más. En ninguna parte es más frecuente la inseguridad alimentaria que en el mundo en desarrollo, en los países con un gran potencial para transformar sus sociedades, pero que se encuentran limitados por las necesidades más básicas de la vida: la comida.

Fecha: 04-Dec-2018

Tags: g20

Fuente: Agriculturers

No deberíamos aceptar esto. Como comunidad global, tenemos que ser mejores y hacerlo mejor. Necesitamos tomar medidas concretas y prácticas para lograr la seguridad alimentaria en todo el mundo. Esto puede y debe hacerse promoviendo el comercio libre y abierto, defendiendo las prácticas agrícolas sostenibles y facilitando la adopción de tecnología en el sector agrícola, particularmente para los pequeños agricultores, muchos de los cuales son mujeres en el mundo en desarrollo.

El G20 desempeña un papel importante en el desarrollo de esta acción global, ya que sus miembros representan alrededor del 60 por ciento de todas las tierras agrícolas y alrededor del 80 por ciento del comercio mundial de alimentos y productos agrícolas. En julio de 2018, en una reunión clave del G20, los ministros de agricultura llegaron a un consenso sobre la necesidad de un enfoque más colaborativo para construir un futuro alimentario sostenible.

Como país antrión, en Argentina la responsabilidad es especial en este frente. La agricultura sostenible nos ha permitido crear procesos ecientes, aumentar los rendimientos y mejorar nuestros mercados agrícolas y prácticas agrícolas para reducir la presión sobre los recursos naturales.

Como proveedor global líder de productos alimenticios que van desde la miel y el aceite de soja hasta el jugo de limón y el sorgo, estamos aprovechando tecnologías modernas e inteligentes para impulsar nuestras prácticas agrícolas sostenibles. Por ejemplo, en el norte de Argentina, especícamente en Tucumán, los viveros interiores y los modernos sistemas de riego han ayudado a estabilizar los rendimientos de los cultivos, han aumentado la producción y creado comunidades locales sostenibles en el proceso. Además, recientemente lanzamos el satélite SAOCOM 1a, que utilizará tecnología de imagen de microondas y precisión de rayos X para ayudar a los agricultores a controlar la humedad en el suelo y, por lo tanto, aumentar los rendimientos y mejorar la rentabilidad.

El uso de la tecnología para capacitar a los agricultores locales es un desafío global que los países están superando con acciones que van desde aprovechar las soluciones habilitadas por blockchain para agilizar las cadenas de suministro hasta desplegar teléfonos celulares para ayudar a los productores locales a monitorear los patrones climáticos y los precios del mercado. La tecnología ha transformado el futuro de la agricultura y sus posibilidades.

Hace cinco años, el Banco Asiático de Desarrollo publicó un Informe Temático basado en los Desafíos de Seguridad Alimentaria en Asia, destacando los obstáculos en la región, y ya se han logrado avances desde los movimientos alimentarios sostenibles en Taiwán a programas locales de capacitación para promover prácticas sostenibles en Indonesia.

El tiempo es ahora. “El progreso se ha estancado” , según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Tenemos que revertir esta tendencia. Con una población mundial estimada en 9.800 millones en 2050, la seguridad alimentaria sufrirá una mayor presión en los próximos años.

Las políticas que reducen las barreras comerciales y promueven el ujo abierto y libre de bienes son esenciales. Argentina continúa eliminando las barreras no arancelarias al comercio para facilitar este ujo de mercancías. Es a través del comercio abierto, accesible y libre que podremos estabilizar el crecimiento y desarrollar un legado de prácticas agrícolas sostenibles.

El progreso a escala global solo será posible si nos unimos y creamos un marco de colaboración, desde Asia a América Latina, a todos los rincones del mundo. Este año, la reunión de Líderes del G20 será una oportunidad para actuar en pro de esa colaboración, por lo que hemos hecho de “un futuro alimentario sostenible” uno de los temas prioritarios para su discusión en Buenos Aires. Juntos debemos trabajar para garantizar una necesidad vital básica: el acceso a los alimentos, para que no obstaculice el desarrollo justo y sostenible.