Planas defenderá en Europa «una fertilización sostenible basada en el uso, previa transformación, de estiércol, purines e incluso lodos»

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, defenderá en Europa la necesidad de abogar a largo plazo por alternativas a los actuales fertilizantes utilizando «una fertilización sostenible basada en el uso, previa transformación, de estiércol, purines e incluso lodos».

Fecha: 21-Nov-2022

De cara a la próxima reunión de ministros comunitarios, ha asegurado que que los fertilizantes serán un tema «central» de discusión, dado el aumento de precios del 149% de septiembre de 2021 al mismo mes de este año, derivado de la invasión rusa de Ucrania y su impacto en el mercado de dicho insumo, del que Rusia es uno de los principales productores.

Por eso cree que es necesario que la UE dé repuestas «a corto, medio y a largo plazo».

Entre las medidas a largo, el ministro ha informado de que España, junto a Holanda y Bélgica, defienden la necesidad de «caminar hacia una fertilización sostenible basada en el uso, previa transformación, de estiércol, purines e incluso lodos».

Para conseguirlo queda «un camino por recorrer» en el ámbito de la investigación, del desarrollo industrial y regulatorio.

Planas ha indicado que en esta hoja de ruta también hay que buscar una mayor transparencia en el comercio de este insumo, promover el uso de bioestimulantes para optimizar el efecto de los fertilizantes u optar por nuevas tecnologías para un uso más eficiente.

En este sentido, cabe recordar que la pasada semana la Comisión Europea (CE) ha propuesto un conjunto de medidas, también a largo plazo, para ayudar a los productores a hacer frente al alza de precios de los fertilizantes y tratar de reducir la dependencia de las importaciones, en el contexto de la escasez y el encarecimiento como consecuencia de la guerra en Ucrania.

Entre las idea destacan ideas la sustitución de los fertilizantes minerales por los orgánicos y la puesta en marcha de un observatorio para fertilizantes en 2023 que compartiría datos sobre producción, uso, precios y comercio y el trabajo conjunto con los Estados miembros para asegurar la adopción de esquemas como los planes de gestión de nutrientes o la agricultura de precisión.