Desde ASAJA ARAGÓN trasladamos nuestra honda preocupación por este nuevo problema para la ganadería extensiva donde no es el interés general sino “otros” intereses los que prevalecen. No estamos contra nadie sino en defensa legítima de unos intereses que son los de la sociedad en la preservación de los ecosistemas, flora, suelo, paisaje, territorio, fauna, áreas forestales, pueblos… y todo lo que se nos ocurra incorporar en esos puntos suspensivos.

No es el medioambiente sino el ambiente completo lo que nos ocupa. Los pueblos son necesarios para hacer posible ese encargo donde el cuidado exquisito de la naturaleza con todo lo que conlleva debe estar en perfecta armonía en ese tándem hombre y naturaleza. La ganadería extensiva es la mejor expresión de ello. Desde hace tiempo está en boca de todos pero nada se ha hecho sino acelerar constantemente con las decisiones, indecisiones o contraindicaciones políticas la caída brutal del mejor sistema de preservación del medio que conocemos.

Cuando nos quieren “engañar” una vez más, decimos NO y BASTA. La experiencia del oso ya fue muy dolorosa por cuanto se ha dejado “vendidos” a los ganaderos afectados. Se les prometió un protocolo de actuación y compensación que ha desaparecido. Estamos hablando de una partida presupuestaria extremadamente pequeña para compensar a los cinco o seis ganaderos que cohabitan con el oso para ayudar a la contratación de un pastor de apoyo y vigilancia en los dos meses de mayor riesgo. Pues bien, el presupuesto habilitado a día de hoy es 0.

Tenemos que recordar que la Orden de 4 de septiembre de 2010 del Consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, por la que se establecían ayudas para incentivar la ganadería extensiva en espacios de la Red Natura 2000 del área pirenaica aragonesa y para compensar los costes indirectos causados a las explotaciones ganaderas en las zonas de presencia del oso pardo desapareció. Y lo hizo, pagando a unos ganaderos por el mismo motivo y criterio y a otros no, simplemente porque se agotó el presupuesto. Entendemos que contrariamente a la tinta de la orden y por eso los ganaderos llevamos el problema de lo que entendemos “morosidad”, A LA SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE ARAGÓN al propio Gobierno de Aragón.

Ahora ante la imposición con promesas con el LOBO, decimos NO, GRACIAS. Y ya no lo decimos porque estemos cansados de palabras, promesas y engaños. Lo decimos porque LA CONVIVENCIA DEL LOBO CON LA GANADERÍA EXTENSIVA ES IMPOSIBLE. El lobo no mata para comer, disfruta matando. Es su modus operandi, su forma de vivir y disfrutar es matar. Si la CONSEJERÍA quiere LOBOS cerca de la ganadería extensiva o elabora un decreto con un marco de convivencia (que todavía no existe) a tal efecto, tendrá que extender UN PLAN DE ABANDONO TOTAL DE LA GANADERÍA EXTENSIVA.

La opción “política” que se ha tomado desde el GOBIERNO de ARAGÓN es contraria a los intereses generales, no solo a los intereses de la ganadería extensiva sino de todo el Medio Rural y de toda la sociedad. Ese es un frente muy peligroso el que se ha abierto que debería haberse medido antes de dar complacencia y respuesta a unos pocos que no son los que están cuidando y preservando el medioambiente.