Más del 70 % de la industria agroalimentaria dispone ya de una estrategia antidesperdicio

“Hace unos años las acciones de responsabilidad social relacionadas con el desperdicio se limitaban a donaciones de alimentos excedentarios. Hoy, cerca del 71 % de las industrias agroalimentarias disponen ya de una estrategia interna definida para luchar contra el desperdicio”.

Fecha: 28-Jan-2022

Así lo aseguraba ayer miércoles el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas en la clausura en Pamplona de la tercera entrega del Foro Participativo de la Industria Alimentaria sobre el anteproyecto de ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, que ha organizado el propio Ministerio dentro de un ciclo de jornadas sectoriales de carácter participativo para recoger experiencias y propuestas y poder proyectarlas en la propia Ley.

Estrategia antidesperdicio en la industria agroalimentaria

En este sentido, el ministro detallaba que, además de ese cerca del 71 % de las industrias agroalimentarias con una estrategia antidesperdicio, más del 61 % de ellas promueve las buenas prácticas, y un 51 % impulsa acciones conjuntas con sus proveedores. En el aspecto de las donaciones, son más del 53 % las empresas del sector que tiene acuerdos estables con entidades sociales.

“La industria alimentaria se ha significado de forma muy importante en la lucha contra el desperdicio alimentario y con las actuaciones que ha puesto en marcha ha avanzado a pasos de gigante en su reducción”, comentaba Planas, insistiendo en la importancia de las inversiones en I+D+i para optimizar los recursos y lograr una mayor vida útil del alimento, mejorar las condiciones de conservación, innovar en el diseño de envases, producir a través de tecnologías limpias o desarrollar cadenas de valor ecoeficientes mediante la incorporación de sistemas digitales orientados a la eficiencia global.

En cuanto al anteproyecto de ley, Luis Planas reconocía que para su elaboración el ministerio ha recopilado un elevadísimo número de buenas prácticas empresariales y sociales que ya existen para combatir el desperdicio alimentario: “No partimos de la nada, la industria agroalimentaria está cada vez más concienciada sobre la necesidad de reducir el impacto económico, en sostenibilidad y ético de este problema”.

Esta realidad, junto a la investigación e innovación, la formación de los empleados, el análisis de la eficiencia de los procesos, el control de existencias o el intercambio de información a lo largo de la cadena, entre otros, son ejemplos de prácticas cada vez más implantadas en la industria alimentaria, situándola en una buena posición para abordar las novedades del proyecto de Ley que Planas ha anunciado que tiene intención de llevar al Consejo de Ministros en primavera para su posterior tramitación parlamentaria.