Los tomates envían señales eléctricas a la planta

Un estudio reciente en Frontiers in Sustainable Food Systems muestra que los tomates  envían señales eléctricas al resto de la planta cuando fueron infestados por orugas cogolleras o de la col (Helicoverpa armigera), que además es polífoga (come de todo) por lo que también puede atacar a berenjena, calabacín, judía, melón, pepino, pimiento y sandía.

Fecha: 13-Aug-2021

Tags: tomates , planta

Fuente: aenverde

Esta primera evidencia muestra que los ataques de plagas desencadenan respuestas eléctricas y bioquímicas defensivas en toda la planta, lo que podría proporcionar estrategias de seguimiento más eficaces para detectar plagas agrícolas en el futuro.

Las plantas en si tienen una multitud de vías de emitir señales, bien químicas y/u hormonales, que generalmente se transmiten a través de la savia y ésta llega al fruto. Sin embargo, ha habido poca investigación sobre si existe alguna comunicación en la dirección opuesta, es decir, de la fruta hacia la planta.

“Dado que los frutos son parte de la planta, hechos de los mismos tejidos de las hojas y los tallos, ¿por qué no podrían comunicarse con la planta, informándole sobre lo que están experimentando, al igual que lo hacen las hojas normales? ”asegura la directora del estudio Gabriela Niemeyer Reissig, de la Federal University of Pelotas de Brasil. “Lo que descubrimos es que las frutas pueden compartir información importante, como el ataque de la oruga, que es un problema grave para una planta, con el resto de la planta, y eso probablemente puede preparar otras partes de la planta para el mismo ataque. 

Las defensas del tomate

Para probar la hipótesis de que las frutas se comunican mediante señales eléctricas, Niemeyer Reissig y sus colaboradores colocaron plantas de tomate en una jaula de Faraday con electrodos en los extremos de las ramas que conectan los tomates con su planta. Luego midieron las respuestas eléctricas antes, durante y después de que las orugas cogolleras (Helicoverpa armigera) atacaran los frutos durante 24 horas. El equipo también utilizó el aprendizaje automático para identificar patrones en las señales.

Los resultados mostraron una clara diferencia entre las señales antes y después del ataque. Además, los investigadores midieron las respuestas bioquímicas, como sustancias químicas defensivas como el peróxido de hidrógeno, en otras partes de la planta. Esto mostró que estas defensas se activaron incluso en partes de la planta que estaban lejos del daño causado por las orugas.

Los autores del estudio enfatizan que se trata aún de unos resultados iniciales. Sus medidas brindan una vista de “panorama general” de todas las señales eléctricas, en lugar de distinguir señales individuales con mayor precisión. Según ellos, también sería interesante ver si este fenómeno se aplica a otras especies de plantas, así como a diferentes tipos de amenazas.