Los datos de la OMM, publicados en su Informe sobre el estado del clima mundial 2021 y recogidos por la publicación especializada estadounidense Olive Oil Times en un artículo firmado por Paolo de Andreis, muestran cómo las actividades humanas han liberado niveles récord de gases de efecto invernadero el pasado 2021, uno de los principales impulsores del aumento de la temperatura media de la superficie.

Fenómenos meteorológicos y disponibilidad de alimentos

El aumento de la temperatura media de los océanos también se ha acelerado y, según la OMM, el nivel de los océanos ha aumentado 10 centímetros en las últimas tres décadas. Junto con el aumento de las temperaturas y del nivel del mar, los investigadores de la OMM añaden que el océano se está volviendo más ácido, que la capa de nieve, la hielo marino y los glaciares también se están reduciendo a un ritmo alarmante, y advierten que los últimos siete años fueron los más cálidos registrados, lo que ha llevado al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha calificar el informe como “una letanía sombría del fracaso de la humanidad para abordar la alteración del clima”.

En este sentido, Lev Neretin, de la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente (OCB) de la FAO, comenta que “los fenómenos meteorológicos extremos son uno de los principales impulsores de las crisis alimentarias, junto con las crisis económicas, los conflictos y la inseguridad. Los pequeños productores, incluidos agricultores, pescadores, silvicultores y pastores, son la columna vertebral de la seguridad alimentaria, pero también son los más vulnerables al cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos”.

Según este experto, aumentar la resiliencia climática es una prioridad máxima que depende de muchas medidas diferentes, como “expandir la producción de alimentos a través de la agroecología climáticamente inteligente y otros enfoques inclusivos, fortalecer las redes de seguridad, diversificar los medios de vida, proporcionar insumos críticos para la producción de cereales y hortalizas, así como proteger al ganado con tratamientos, vacunas, alimentos y agua», un enfoque que resulta aún más pertinente cuando la disponibilidad de alimentos es limitada y el acceso a los alimentos se ve afectado por el aumento de los precios.