Un informe de evaluación sobre el mismo tema concluyó que todos los objetivos de las reglas de etiquetado de origen se han logrado a nivel mundial, y que esas reglas se han introducido sin interrupciones comerciales, aumento evidente de los precios para los consumidores y cargas innecesarias para los operadores y la administración.

La evaluación también indicó que la poca comprensión de los consumidores de los términos y definiciones utilizados en las etiquetas deja margen de mejora. En la evaluación también se recomendó un análisis más detallado de la posible armonización de las excepciones para "determinadas carnes" con otros tipos de alimentos.

Aunque la evaluación no detectó problemas sistémicos con la aplicación de las normas, identificó diferencias en la calidad de los controles entre los Estados miembros de la UE. Un mayor intercambio y puesta en común de buenas prácticas de control podría resultar útil para supervisar el cumplimiento.

Según la evaluación, el efecto de las reglas de etiquetado del país de origen en el mercado y la dinámica comercial fue marginal, con el costo de adaptación absorbido en la cadena de suministro y no transferido a los consumidores. Además, la creciente demanda de cuidado ambiental impulsa esfuerzos continuos para comprender mejor el impacto ambiental y de mercado de las reglas de etiquetado de origen.

El informe al Parlamento Europeo y al Consejo contribuye a una evaluación más amplia del etiquetado de los alimentos y la información a los consumidores en el marco de la estrategia "Del campo al tenedor".

El etiquetado obligatorio del país de origen en las carnes de porcino, ovino, caprino y de aves de corral (`` determinadas carnes '') está en vigor desde el 1 de abril de 2015 como parte del marco de la legislación de la UE sobre el suministro de información alimentaria a los consumidores ( Información alimentaria al Reglamento de Consumidores ).

El informe se rige por las normas anteriores (artículo 26, apartado 4, del Reglamento FIC), según las cuales, en un plazo de cinco años a partir de la fecha de aplicación de las nuevas normas, la Comisión presentará al Parlamento Europeo y al Consejo un informe de evaluación la indicación obligatoria del país de origen o lugar de procedencia de esos productos cárnicos.

La evaluación realizada analizó la eficacia general, la eficiencia, la pertinencia, la coherencia y el valor añadido de la UE de las normas y se basó principalmente en el estudio de apoyo externo, completado con la opinión de las partes interesadas pertinentes.