En palabras de José Miguel Herrero, “estamos en un momento histórico en el que podemos conseguir que el sector del aceite de oliva español tenga un futuro dorado" y subrayó que uno de los elementos más importantes de la norma de calidad es la trazabilidad "y dentro de ella la trazabilidad interna de los operadores y la trazabilidad de los movimientos, de tal manera que cualquier aceite de oliva que se mueva por nuestro país tiene que estar registrado y recogido en un sistema (REMOA), lo que nos permite ofrecer garantía, transparencia y confianza a los operadores”.

Herrero también resaltó que se han establecido unos planes para controlar todos los elementos de la norma de calidad y que las Comunidades Autónomas, en coordinación con el Ministerio, están vigilando para que se cumpla la normativa.

No obstante, apuntó que hay que seguir trabajando y que se ha dado un paso adelante con este sistema de autocontrol voluntario al que los operadores podrán adscribirse y que es positivo para dar confianza y seguridad a los comproadores internacionales.

Dentro de la norma de calidad, "hay un elemento que vamos a emprender en los próximos meses y que es el código de buenas prácticas para poner en valor los AOVEs", añadió.

Respecto al aceite de oliva y la salud, Herrero afirmó que numerosos estudios avalan las propiedades nutricionales del aceite de oliva "y queremos dar ese altavoz a dichos estudios, por lo que en los próximos meses presentaremos en el Ministerio esa recopilación de investigaciones. En ese sentido, y en relación con el Nutri-Score, aseguro que desde el MAPA "defendemos la particular excepción del aceite de oliva que, al ser una grasa saludable, debe tener una consideración diferencial en el etiquetado frontal".

Por su parte, el presidente de Deoleo, Ignacio Silva, consideró que "la responsabilidad de las empresas requiere de una búsqueda continúa y activa para dotar de mayor transparencia y satisfacer las necesidades de los consumidores" y apuntó que no se imagina que haya empresas que no quieran sumarse a este sistema de autocontrol.

El presidente de Dcoop, Antonio Luque, resaltó que "ser líderes mundiales en un sector tan importante como éste nos tiene que llevar a ejercer de líderes mundiales, lo que significa pensar en los consumidores y en cómo valorizar el producto" y defendió que el propio sector establezca un mecanismo de mayor exigencia a través de esta certificación, "que puede ser un paso más que nos haga pensar que probablemente somos el único país en el mundo que pueda tecer una certificacion de este tipo que permita que muchas cadenas de distribución a nivel mundial empiecen a valorar más el aceite de oliva español".

El CEO de grupo IFFCO, Joaquim Martins, afirmó que todas las normas existentes nunca serán suficientes, por lo que el sector debe dar ejemplo y situarse en primera línea para trasladar al mercado, a los clientes internacionales y a los consumidores la información de que se trata del mejor aceite del mundo.

Finalmente, el director gerente de la FPCO, Iñaki Benito, consideró que la Fundación es el foro idóneo para poner en marcha una iniciativa de este tipo porque en él están representadas las tres organizaciones agrarias, las almazaras cooperativas e industriales, la industria envasadora y exportadora y la Administración pública con los ministerios de Agricultura, Trabajo y Comercio, así como la Junta de Andalucia y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

A su juicio, se trata "del momento idóneo para poner en marcha iniciativas de absoluta prioridad como todo lo relativo a reforzar la calidad y más aun si en 2021 se ha lanzado una norma de calidad tan ambiciosa, tan moderna y tan adaptada a los tiempos actuales. Pero hemos querido ir a por la Matrícula de Honor porque un líder en producción y comercialización tiene que demostralo, dar pasos de gigante y ser un referente internacional y de ahí que nazca este proyecto de certificación que busca dotar de la mayor transparencia mediante un control reforzado de los procesos industriales".

En este sentido, Benito precisó que los operadores que quieran adherirse a esta certificación tendrán que estar dispuestos a abrir las puertas de sus instalaciones "durante las 24 horas al día de los 365 días del año" y una empresa auditora verificará que todos los procesos se están realizando de manera adecuada.

"Si una empresa quiere comercializar un lote de producto bajo esta certificación tendrá que cumplir con unos parámetros de calidad y de pureza más estrictos que la propia normativa", resaltó, al tiempo que detalló que a finales de año se aprobó la iniciativa en el Patronato de la FPCO, recientemente se celebró la reunión de expertos que validó este esquema y ahora se encuentra en el último paso que es ponerlo a disposición de la ENAC y que se lleven a cabo las auditorías piloto. "Hablamos de que en semanas y pocos meses estará en marcha un sistema robusto y pionero que puede ser importado por otros mercados", precisó.