La sequía amenaza al sector agrícola y ganadero con posibles pérdidas históricas

La prolongada escasez de lluvias que sufre gran parte de España amenaza al sector agrícola y ganadero con una siniestralidad por sequía que en los ejercicios más recientes con daños importantes por este fenómeno llegó a alcanzar los 210 millones de euros en indemnizaciones para los asegurados, como ya ocurrió en 2012, mientras que en 2017 se vivió otro episodio de sequía que supuso indemnizaciones por 143 millones de euros, según Agroseguro. En este 2022, ya han saltado las alarmas por la falta de precipitaciones, aunque aún es pronto para hacer una estimación de siniestralidad y si lloviera de forma adecuada en las próximas semanas se podría atenuar la situación.

Fecha: 14-Feb-2022

Fuente: Interempresas

Las regiones de la mitad sur de España, junto a algunas zonas de Castilla y León, Cataluña y la Comunidad Valenciana, son las más afectadas por la sequía, sobre todo en los cereales, las leguminosas, los hortofrutícolas y los pastos para la ganadería, y si la sequía persiste también sufrirán el almendro, el olivar y el viñedo. El regadío también se ve afectado, con embalses bajo mínimos como los de la cuenca del Guadiana (al 30,5% de su capacidad), y los del Guadalquivir (28,5%), y en ambos ya hay restricciones al uso industrial del agua.

El Gobierno central, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), asegura que tomará las medidas que sean necesarias, al tiempo que promueve el regadío sostenible con eficiencia energética y el uso de aguas reutilizadas o regeneradas, mientras que desde las comunidades autónomas se plantean diferentes soluciones según su realidad.

La situación es especialmente “crítica” y “preocupante” en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, señalan fuentes del sector, con una amenaza “real” de echar por tierra los cultivos si no llueve en las próximas semanas, mientras que la ausencia de pastos obliga a alimentar al ganado con piensos y aumenta los costes. Los cereales, las leguminosas, las hortofrutícolas y el ajo están en peligro en esas regiones, con especial inquietud en Extremadura por el arroz, donde también se presenta “muy complicada y con restricciones” la campaña de riego, han asegurado desde la Junta de Extremadura, con la Confederación Hidrográfica del Guadiana limitando el uso del agua.

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Última actualización del análisis de riesgo de escasez en las distintas cuencas hidrográficas realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico con datos de diciembre de 2021, teniendo en cuenta que la situación se ha agravado en las últimas semanas por la falta de lluvias.

Algunas zonas del norte de España también se están viendo afectadas y en Cataluña la sequía está provocando ya la pérdida de alrededor de un 30% de las cosechas de trigo, maíz y cebada, una cifra que aumenta un 10% cada semana que sigue sin llover. Si no llueve, las previsiones de pérdida rondan entre los 300 y los 500 euros por hectárea, y en Cataluña existen alrededor de 6.000 hectáreas de cereal de secano, han asegurado las mismas fuentes, según informa JARC.

La situación en la Comunidad Valenciana no es tan alarmante, aunque AVA-Asaja indica que ya está teniendo consecuencias negativas en los cereales de secano y que el almendro, ahora en fase de floración, también puede sufrir mermas de cosecha, así como viñedo y olivar, si persiste la sequía. En Murcia, el Gobierno autonómico señala que “hay cierta preocupación” en algunas zonas y que los cultivos que más sufren un año de sequía son la viña, el olivar, el almendro y los cereales, junto con lo que puedan suponer las restricciones en cuanto a dotación de agua en el regadío.

Las comunidades autónomas de Madrid y Castilla y León no se están viendo afectadas de momento, aseguran sus gobiernos regionales, aunque tienen planes de acción por si la situación se recrudece y la Junta de Castilla y León, por ejemplo, se facilitaría préstamos preferenciales, puntos de agua para ganadería extensiva y deducciones fiscales. El resto también lleva a cabo planes de acción y en Castilla-La Mancha, la Junta defiende un proyecto que ha iniciado con los Países Bajos sobre la gestión integrada de agua y suelo, a la vez que realiza inversiones en regadíos por 184 millones de euros.