La revolución tecnológica no es solo para agricultores, es para toda la cadena

Ayer se cumplió la cuarta jornada del foro DATAGRI, centrada esta vez en los últimos avances en digitalización, robótica e inteligencia artificial dentro del sector de frutas y hortalizas, por un lado, y de la industria 4.0., por otro.

Fecha: 26-Nov-2020

Esta tarde, a partir de las 16:00, tendrá lugar la jornada de cierre. Este es el enlace para seguirla.

En la jornada de ayer sobre industria 4.0, moderada por Fernando Martínez, Director de Revista Alimentaria, el encargado de Desarrollo de Negocio de Novagric, Juan José Vázquez, destacó durante la ponencia sobre robótica y maquinaria que es necesaria una nueva generación de agricultores “más técnicos” que estén “habituados al manejo de nuevas tecnologías”.

“Pero no solo agricultores, también los agrónomos tendrán que estar más habituados al manejo de toda esta información. Tendrá que ser un mix entre un ingeniero agrónomo y un ingeniero informático“, resumió.

Por su parte, el Director de Transformación Digital y Ciberseguridad del Grupo Cerealto Siro, Juan Manuel García Dujo, destacó que todos han de estar “más capacitados para el tratamiento de los datos“, y los tecnólogos deberán ayudar en este camino hacia la gestión de los datos.

En esa línea, los ponentes han coincidido en que el perfil de los agricultores tampoco es el mismo que el de hace cuarenta años, ya que, aunque todavía no son nativos digitales, sí que son “asiduos al manejo de tecnologías de la información y a disponer de herramientas” que les permiten tomar decisiones en tiempo real.

Vázquez ha añadido que desde las empresas de procesamiento de datos también han de ser capaces de “digerir los datos” para que los agricultores puedan tomar decisiones de manera “mucho más acertada”.

García ha alegado además que es importante implementar las nuevas tecnologías porque son “capaces de leer mucha información sobre tendencias alimentarias” para desarrollar nuevos productos y para mejorar la calidad de los ya existentes.

“Podemos mejorar las eficiencias, y no solo eso: iniciando la trazabilidad desde el momento de la siembra, podemos obtener la trazabilidad total de nuestro producto, lo que puede llevar a un mejor proceso productivo y a una calidad final 'perfecta'”, ha resumido.

 

La inteligencia artificial "no es dificil de obtener" y "no es cara"

Durante el debate sobre analítica e inteligencia artificial, los ponentes han resaltado que la inteligencia artificial y la digitalización de los datos “no es cara” y “no es difícil de obtener”, pero han recordado que primero hay que saber en qué aplicar dicha gestión.

“Lo que tenemos que conseguir es darle la forma correcta y es un falso mito lo de que es muy caro obtener estos datos porque muchas veces ya están en casa (…). La máquina no es que acierte sino que se basa en lo que le alimentamos”, ha resaltado el ingeniero de Hispatec TrackFrancisco Morillas.

Asimismo, han asegurado que el uso de la inteligencia artificial permite encaminar las producciones hacia objetivos más sostenibles, ya que con ella los procesos pueden ser “mucho más eficaces, más sostenibles y más concretos”.

 

Digitalización en el sector hortofrutícola

Por otra parte, durante la jornada sobre frutas y hortalizas, los participantes han destacado los beneficios de la digitalización de los procesos, ya que hacen más rápida la gestión de los datos, así como la toma de decisiones y la corrección de errores.

Es imposible hablar de trazabilidad sin digitalización”, ha resumido el gerente de Central de TI en Camposol, Carlos Eduardo Flores, quien ha insistido en que “todo el mundo tiene que estar en esta ola que es la transformación digital”, un proceso que, ha asegurado, se ha acelerado con la pandemia del coronavirus.

En esa línea, el ingeniero agrónomo del departamento técnico de Coplaca, Javier López-Cepero, ha destacado la importancia de las tecnologías en el campo a la hora de obtener resultados, que cada vez se necesitan en menos tiempo.

Además, ha señalado que este cambio tecnológico no se da solo en las nuevas generaciones, sino en todos los miembros del sector agroalimentario.

“Poco a poco, cuando alguien se mete y ve que esto supone un ahorro de trabajo y no supone una complicación, el efecto piloto funciona. Dentro de esa heterogeneidad, no tiene que ver con el tamaño (de la plantación) y la edad, sino con la disposición de la gente”, ha concluido.