La reducción de antibióticos para animales de granja

Uno de los objetivos planteados por la Comisión Europea en la Estrategia “De la granja a la mesa” para una producción de alimentos sostenible es reducir en un 50% las ventas de antimicrobianos para animales de granja y de acuicultura en 2030.

Fecha: 18-Jan-2022

Fuente: Qcom

Para limitar aún más la utilización y promover el uso prudente y responsable de antibióticos en animales, Bruselas prepara nuevos reglamentos sobre medicamentos veterinarios y piensos medicamentosos que, en principio, se espera puedan aplicarse ya el próximo año 2022, a través del establecimiento de una amplia gama de medidas concretas.

Su impacto sobre el terreno prevé que reduzca el uso de antimicrobianos en animales de granja, mientras que sus ventas estarán sometidas a un seguimiento anual.

Recientemente, la ministra española de Sanidad, Carolina Darias, dio a conocer los últimos datos del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) 2014-2020 en la aplicación de la perspectiva multidisciplinar “One Health” al ámbito de la salud, durante la clausura de una jornada online del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, celebrada el pasado 14 de noviembre desde la sede de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

En esa jornada, Darias señaló que el consumo de antibióticos en sanidad animal en España se redujo nada menos que un 56,7% de 2014 a 2020, de acuerdo con los datos del PRAN y del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), lo que dice mucho del ingente esfuerzo que está haciendo los distintos subsectores de producción ganadera, los fabricantes de piensos compuestos y las empresas y el colectivo veterinario en este ámbito de actuación, incluso antes de ponerse en marcha las nuevas normativas que persiguen el objetivo comunitario de reducir a la mitad las ventas y consumo de antimicrobianos.

En nuestro país, las ventas de antibióticos veterinarios han pasado de los 418,8 mg/PCU (miligramos de principio activo por Unidad de Corrección de Población) de 2014 hasta los 181,2 mg/PCU de 2020, una tendencia decreciente especialmente relevante si se considera que la resistencia bacteriana constituye ya un riesgo sanitario global y que se trata de un fenómeno causado por el uso excesivo e inadecuado de antibióticos.

A pesar de esta clara mejoría de los datos, en nuestro país queda todavía bastante por hacer, debido a que aún nos encontramos por encima de la media de la UE-27 y aún lejos también de los resultados que observan otros grandes países productores de animales de granja, como Francia o Alemania.

La tendencia, sin embargo, pese al ligero retroceso en 2020, sigue estando en nivel descendente.  En 2019, la media de uso de antibióticos veterinarios en Europa era de 107 mg/PCU y, aunque en comparativa aún existe diferencia, el progresivo descenso del consumo en España nos sitúa cada vez más cerca de los principales competidores europeos en producción animal.

Programas REDUCE

En ese encuentro, se avanzó las líneas prioritarias del PRAN 2022-2024, entre las que se destacó la puesta en marcha de un nuevo Sistema Nacional de Vigilancia; el impulso de los Programas de Optimización de Uso de Antibióticos (PROA) y, en concreto, en el caso de la sanidad animal, la ampliación de los Programas REDUCE, que está dando buenos resultados.

Estos programas, en colaboración con los profesionales implicados, ya estaban en marcha en subsectores ganaderos de las especies porcina (Reduce Colistina), avicultura de carne (Reduce Antibióticos, R.A.), cunícola (R.A.) y bovino de carne (R.A.), poniéndose en marcha desde 2019 y 2020 en otros, como el ovino y caprino de carne (R.A.), bovino lechero (R.A.), pequeños animales (R.A.), pavos (R.A), avicultura de puesta (R.A.), equino (R.A.), estando pendiente de definición en ovino y caprino de leche (R.A.) y en piscicultura (R.A.)

Además, en la jornada se presentaron dos aplicaciones móviles (apps) de las Guías de Terapéutica Antimicrobiana del PRAN, disponibles para descarga en los dispositivos en la web del Plan. Su objetivo es facilitar la correcta prescripción de antibióticos a profesionales médicos y veterinarios, teniéndolas a mano en los momentos clave de la prescripción en una clínica veterinaria o en una granja.

En el caso de la sanidad animal, la aplicación móvil se organiza por especies animales y facilita recomendaciones de prescripción de antibióticos, que han sido diseñadas también de acuerdo con información epidemiológica actualizada de manera permanente.

La vigilancia del consumo de antibióticos veterinarios se inició en nuestro país con el análisis de sus ventas totales en el año 2010. Cuatro años después, en 2014, dio inicio el PRAN, registrándose entonces el mayor consumo de antibióticos veterinarios desde 2010.  Un año después, en 2015, se cerró el círculo de la recogida de datos de antibióticos veterinarios desde el origen (ventas en laboratorios) hasta el consumidor final (ventas minoristas y farmacias, incluyendo en el proceso a las entidades distribuidoras.

En 2017 se consideró por vez primera la declaración del consumo de antibióticos veterinarios por parte de entidades minoristas y farmacias en España y un año después, en 2018, España registró el mayor descenso europeo en el consumo de antimicrobianos críticos (categoría b), con 17 países por delante en este ranking, detectándose en 2019 una importante caída de su consumo en nuestros. De 2014 a 2019, la reducción en laboratorios fue del 58,84%, desde 418,8 mg/PCU a 172,4 mg/PCU y desde 2017 a 2019, del 4,63% entidades minoristas y farmacias, desde 230,3 mg/PCU a 211,1mg/PCU.

Informe ESVAC

El informe anual sobre la vigilancia europea del consumo de antimicrobianos veterinarios (Informe ESVAC), publicado en días pasados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) muestra que los países europeos han reducido sustancialmente su uso en animales en un 43% en la UE en la última década.

Las ventas globales de antibióticos en relación con el volumen de producción de carne o de leche en los 25 países que proporcionaron datos para el periodo 2011-2020 pasaron de unos 161 mg por unidad de producción en 2011 a 91,6 miligramos en 2020.  Sin embargo, entre 2019 y 2020 se registró un sorpresivo aumento del 6%, aunque la EMA considera que son necesarios los datos de los próximos años para interpretar mejor este incremento.

En relación con el volumen de producción de carne o de leche, los principales consumidores de antibióticos de la Unión Europea son Chipre, con 393 mg por unidad; Polonia (188); Italia, (182) y Portugal (176), mientras donde hay menos consumo es en los países escandinavos, en Suecia (apenas 11 mg por unidad) y Finlandia (16 mg/unidad).

Además, los países con las cabañas ganaderas más cuantiosas, como Francia y Alemania, se situaron en niveles de 56 mg por unidad de producción y 87 mg por unidad de producción, respectivamente, registrando una importante disminución del consumo de antimicrobianos de más del 50% en la última década considerada.

En el pasado año, el valor medio de consumo de antibióticos en la Unión Europea estuvo en torno a los 89 mg por unidad de producción y el valor medio en 51,9 mg, con España todavía bastante por encima de la media, con 154,3 mg por unidad.

Según destaca el informe ESVAC de la Agencia Europea del Medicamento, las importantes variaciones entre los países de la UE son debidas a la diferente presencia de las enfermedades animales, a la composición de la cabaña ganadera y a los sistemas de producción existentes en cada país, a lo que habría que añadir también los cambios considerables en términos de normas de prescripción, tratamientos y dosis diarias utilizadas por parte de los diversos agentes antimicrobianos y formas farmacéuticas.

Cada uno de los 31 países europeos participantes en el último informe ESVAC presentó las tendencias por clase de antimicrobianos y algunos de ellos describen sus principales actividades para combatir la resistencia a los antibióticos y cómo las mismas han contribuido a los cambios observados en las ventas en su país, con medidas que incluyen planes de acción nacionales; campañas nacionales para el uso prudente de antimicrobianos en animales productores de alimentos o medidas para controlar la prescripción.

Hay que tener en cuenta, que en virtud del Reglamento (UE) 2019/6, la notificación de datos de venta y uso de antimicrobianos en animales se convertirá, en aplicación de nuevos requisitos, en una obligación legal para los Estados miembros de la UE y para la EMA

Para Ivo Claassen, jefe de la División de Medicamentos Veterinarios de la EMA, “la disminución de las ventas de antimicrobianos para uso en animales durante los últimos diez años muestra que las iniciativas políticas de la Unión Europea, combinadas con guías y campañas nacionales que promueven el uso de antibióticos en animales está teniendo un efecto positivo.”

El informe de la EMA señala respecto a España que el sistema de recogida de datos ha variado a lo largo del periodo considerado, por lo que la comparación entre unos años y otros debe hacerse con la debida precaución. En cualquier caso, señala que el mayor volumen de ventas se dio en 2014, cuando se llegó a 418,8 mg por unidad de producción y que, a partir de esa fecha, ha habido una disminución continua.

En 2019, se registró el valor más bajo, al caer hasta los 126,7 mg/PCU, pero en 2020 se produjo un nuevo incremento, hasta 154,3 mg por unidad de producción. Comparadas estas últimas con las del año 2014, el descenso acumulado es del 63,2%, gracias a la aprobación en junio de 2014 del Plan contra la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), que se actualizó luego para el periodo 2019-2021 y se prepara ya para una nueva actualización para el periodo 2022-2024.