La modernización del campo: del laboreo tradicional a la agricultura de precisión

Las explotaciones españolas están mutando a pasos agigantados hacia nuevos modelos de entender la agricultura. Los agricultores son conscientes que no pueden competir con las condiciones suelo, clima, costes y legislación que tienen los agricultores de Rusia, Ucrania o Francia y que la única salida es la tecnología.

Fecha: 06-Jun-2018

Fuente: Agriculturers

La última revolución tecnológica, la agricultura de precisión, es el único camino en el que confían los productores españoles para reducir la “brecha competitiva” que existe con nuestros principales competidores europeos y poderse poner al mismo nivel. “La agricultura de precisión es la última pieza del puzle que nos faltaba hacia una agricultura sostenible que nos permita ahorrar un 15% de insumos neutralizando la diferencia actual que existe de costes de producción con nuestros vecinos europeos” , explica Eusebio Miguel Antolín, un reconocido agricultor de la localidad palentina de Torquemada

Este agricultor palentino sabe muy bien de lo que habla pues ha vivido en primera persona la trasformación radical de la explotación tradicional que levantaron su padre y sus tíos a lo que hoy es en día prácticamente en sólo 30 años: Martínez Miguel SC. Una explotación familiar moderna que lleva junto a sus primos donde cualquier inversión y gasto está calculado al milímetro.

Mínimo laboreo

Una trasformación, del laboreo tradicional a la agricultura de precisión, pasando primero por el mínimo laboreo y la siembra directa. “Cuando me incorpore a la explotación practicábamos el laboreo convencional, pero al ampliar la explotación, y tener un mayor número de hectáreas, nos pasábamos de fechas ya que no podíamos hacer lo que queríamos en el tiempo que necesitábamos lo que repercutía en una bajada de la producción” , comenta Antolín.

El primer paso fue cambiar al mínimo laboreo para ahorrar horas de trabajo y así poder realizar las labores en las fechas ideales para conseguir la mejor producción y rentabilidad. “Esta trasformación nos llevó a descubrir unos resultados y conclusiones que no fuimos capaces de ver antes con el laboreo tradicional”.

El primer paso hacia el futuro estaba dado, con márgenes y precios cada vez más ajustados, este cambio propició menos horas de trabajo, ahorro de costes -sobre todo gasoil- y producciones prácticamente iguales e incluso superiores. “De ahí al siguiente paso, la siembra directa fue una evolución lógica, ya que esta técnica es un calco del mínimo laboreo, pero todavía más tecnicado” , nos explica este productor palentino.

Los avances que supusieron la puesta en práctica de estos sistemas para ser más competitivos fueron un gran paso, pero no suciente para competir al mismo nivel con agriculturas que se desarrollan en unas condiciones geográcas y legislativas más benignas. Faltaba otro gran salto que se ha producido con la incorporación de la agricultura de precisión. “Comenzamos en la campaña 2016 realizando mapas de rendimientos en cosechadora y con esos datos en nuestro poder nos lanzamos a realizar siembra, abonado y aplicación de tosanitarios variable”.

La siembra y fertilización localizada variable (multi-control) les permite a estos agricultores ajustar perfectamente las dosis de semilla y de abono a la productividad de cada tipo de suelo con los benecios económicos y medioambientales que implica. “El georeferenciar nuestras parcelas nos ha dado una radiografía exacta de nuestro suelo. Sabemos que zonas retienen más o menos agua y en función de su textura y estructura ponemos más semilla y abono en las zonas más fértiles y menos semilla y abono en la más pobres” , detalla este agricultor de Torquemada.

Gracias a esta técnica se consigue ser más eciente y preciso dando al suelo lo que necesita en función de sus necesidades casi por metro cuadrado. “Donde más hemos incidido y más hemos conseguido ahorrar ha sido haciendo hincapié en los parámetros de la siembra y la recolección, pero también hemos abordado el tema del abonado con la adquisición de una abonadora inteligente y por supuesto la aplicación de los tosanitarios”.

El coste de la transformación

La incorporación de esta ultima tecnología no es barata pero es el único camino que hacia la agricultura del futuro. “Comprar cada año el último modelo de sembradora o cosechadora es inviable económicamente a no ser que seas una multinacional que te lo puedas permitir. En nuestro caso, optamos por transformar y adaptar nuestra propia maquinaria a esta tecnología incorporando poco a poco a poco los avances que ha ido saliendo”.

El conseguir poner en marcha esta técnica les ha costado un gran esfuerzo, pues no existía una sola casa que comercializase todo, teniendo que adaptar e integrar en su explotación distintas mejoras que han ido introduciendo. “Hemos conseguido ponerla en marcha gracias a la colaboración de varias empresas de maquinaria agrícola, software especializado y de tipicación de suelos (mapeo). Como teníamos claro el objetivo que perseguíamos, con la colaboración de todas ellas hemos conseguido que funcione a la perfección” , explica este productor.

Para Eusebio Miguel Antolín la agricultura de precisión es el futuro, aunque por sí sola no hace milagros. “Ya podemos tener a nuestra disposición toda la tecnología del mundo que si no somos unos buenos profesionales no llegaremos a ningún sitio”. Para este agricultor palentino, al igual que en la Formula Uno con el coche y el piloto, hace falta una buena conjunción de los dos componentes, el buen hacer del agricultor y los últimos avances. “La aplicación de la agricultura de precisión es la evolución natural de la todas las explotaciones, ya que la tendencia de todas es a crecer y ganar tamaño, y ahí, es donde se hacen más palpables las ventajas de estas nuevas tecnologías.