La mejora en la calidad del aceite de oliva / Javier Domínguez

Fecha: 12-May-2022

Javier Domínguez
 Grupo Operativo ‘Olivares de miel’
www.olivaresdemiel.es
proyectollley@gmail.com

En 2015 la Asociación Alvelal y quien suscribe estas líneas llegamos a la misma conclusión de forma independiente, plantar setos de aromáticas entre hileras de olivos. Por aquel entonces nadie pensaba en mejorar la calidad del aceite, solo en aprovechar mejor el terreno.

Por parte de Alvelal el pionero Fran Martínez Raya plantó las aromáticas en 2017, y el Grupo operativo Olivares de miel lo hizo en 2020, dentro del Plan de Desarrollo Rural 2014 - 2020 de la Comunidad de Madrid financiado por el Imidra con fondos de la propia Comunidad y la UE.

Las aromáticas se ponen calle sí calle no con algunos cortes para facilitar el manejo del olivar. Tanto Alvelal como Olivares de miel no han observado merma en la producción de aceituna en estos años.

Autor: Fran Martínez Raya, Asociación Alvelal

Esto también se aplica al olivar superintensivo, la empresa Oleum Laguna, de Madrid, ha puesto lavanda entre hileras con un marco de solo 5 metros.

Los técnicos de Olivares de miel dicen que de haber alguna influencia de las aromáticas sobre  la calidad del aceite, se sabría a partir de los cinco años. Pues bien, el olivar de miel de Alvelal cumple cinco años este otoño, y que se sepa no hay más con esta antigúedad en España.

Sugerí a Fran Martínez Raya hacer una analítica de polifenoles este otoño para ver si existía alguna relación entre las aromáticas y la calidad del aceite. Aceptó, y el Imidra hará la analítica. Movido por la inquietud de saber más, solicité a un ingeniero agrónomo siciliano que nos seguía hacía tiempo la pista, Luca Lo Presti, la realización de otra analítica de polifenoles entre acebuches con o sin aromáticas, y se puso manos a la obra por medio de su Asociación Rimboschiamo.

Autor: Sergio García, de Carabaña

 

Es más, habló con Giuseppe Cicero, máxima autoridad de olivicultura de Sicilia, y en la finca Tenuta Chiaramonte van a hacer la analítica de olivos lindando con aromáticas para compararlos con los del resto de la finca. En España, la afamada empresa Castillo de Canena va a hacer lo mismo.

Cicero cuenta la siguiente anécdota, “hace muchos años se sabe que el aceite producido en Sorrento (cerca de Nápoles) tiene aroma de romero porque los olivares están rodeados de setos y matorral donde eso abunda”.

Por su parte, un olivicultor de Ubeda narra lo siguiente referido a sus conversaciones con técnicos andaluces: “parece ser que la mejora en las cualidades organolépticas de los AOVES provenientes de olivos que están rodeados de plantas aromáticas está relacionada con la impregnación de pólenes y sustancias bioactivas aromáticas en la capa de cera que recubre a la aceituna... Por eso es de vital importancia a la hora de obtener un buen AOVE, no lavar la aceituna en el molino, ya que lavamos las ceras de la cutícula.”

Y un olivicultor de Cádiz hará, como los sicilianos, una analítica también con acebuches y aromáticas de cinco ó más años de antigúedad.

Las investigaciones como se puede observar siguen tres líneas: analítica de olivar de miel en olivos junto a aromática y en olivo testigo, analítica en olivo lindando con aromáticas y sin lindar, y analítica en acebuches con aromáticas y sin aromáticas.

En total, cinco investigaciones para este otoño, para ver si hay relación: y si la hay, si es por aire, suelo, o ambos.

Si se pasa de la cantidad a la calidad, si se pueden hacer aceites con más calidad que los virgen extra, con mayores propiedades medicinales, la facturación del sector superará los 5.000 millones de euros actuales, y habrá una gran demanda para hacer olivares de miel. Será, como dice Castillo de Canena, revolucionario.

Los fenicios y los romanos se equivocaron separando los matorrales de los olivos y hemos pagado durante 3.000 años por ello. Puede que el aceite de oliva sea todavía mejor producto de lo que pensábamos, y puede que algunas de nuestras ancestrales tradiciones culinarias cambien. Heineken ha vuelto a plantar cebada entre olivos, puede que no sea el único cambio que se avecina.

Existe un gran bosque humanizado en España, el olivar, el almendro y la dehesa, de 7.3 millones de hectáreas, que no está preparado para el cambio climático (“más calor, menos agua”). Con setos de matorral dispuestos a modo de terraza se retiene más agua y tierra fértil, la situación mejorará.

Si se valoriza el aceite de oliva consiguiendo un aceite más medicinal una de las tres patas de ese gran bosque humanizado se recuperará, y será más fácil concentrarse entonces en buscar soluciones para las otras dos.

Conseguir este otoño la mejora de la calidad del aceite supone empezar a transformar el escenario del olivar, haciéndolo más potente y también más resiliente frente al cambio climático.

Nadie sabe nada, no hay precedentes. Los romanos plantaban cereales entre olivos y Heineken ha vuelto a plantar cebada, pero nadie se atrevió con las aromáticas, veamos qué sorpresas nos deparan este otoño.

Si el aceite es más medicinal, unos pocos miles de viticultores de entre las 300.000 familias olivareras buscarán la calidad y llenarán los olivares de matorrales.