El Reglamento mejora las normas sobre salud animal y crea un sistema común para detectar y controlar las enfermedades y combatir los riesgos de seguridad para la salud, la alimentación y los piensos. En particular:

• Detalla las responsabilidades de cada uno de los diferentes actores que desempeñan una función en la salvaguarda de la salud animal, como los veterinarios y los ganaderos; además, aclara las responsabilidades en lo referente a la notificación y vigilancia de la salud animal.
• Aprovecha mejor los diferentes tipos de vigilancia asumidos por distintos grupos en el ámbito de la salud animal, con el fin de garantizar el uso más eficaz y rentable de los recursos.
• Establece distintas normas para diferentes grupos de animales e introduce la posibilidad de registrar y hacer un seguimiento de más animales por medios electrónicos.
• Permite un mayor uso de las nuevas tecnologías para actividades zoosanitarias, como la vigilancia de agentes patógenos, la identificación electrónica y el registro de animales.
• Crea un marco para mejorar la detección temprana y el control de las enfermedades animales, incluidas las enfermedades emergentes relacionadas con el cambio climático.
• Aporta mayor flexibilidad para adaptar las normas a las circunstancias locales y a las cuestiones emergentes, como los cambios sociales y climáticos.
• Establece una base jurídica más adecuada para la vigilancia de los patógenos animales resistentes a los antibióticos que complementa a las normas existentes y a otras dos propuestas sobre medicamentos veterinarios y piensos medicamentosos que se están negociando actualmente en el Parlamento Europeo y el Consejo.

• Asimismo, la legislación sobre sanidad animal consolida en un único marco una serie de disposiciones ya existentes, como:

  • La exigencia para los Estados miembros de establecer planes de contingencia para hacer frente a determinadas enfermedades.
  • El establecimiento de normas específicas para las vacunaciones y medidas de control en caso de sospechas o brotes confirmados de una enfermedad.
  • Las normas y requisitos para países no pertenecientes a la UE relativas a las importaciones y exportaciones de animales.
  • Los procedimientos que deben seguirse en caso de urgencia, que garantizan que exista una respuesta rápida y coherente en todos los Estados miembros de la UE.