La latencia de las semillas, una propiedad que impide la germinación, ya existía hace 360 millones de años

Universidad de Granada Un equipo internacional de científicos, coordinado por un investigador de la Universidad de Granada, descubrió que la latencia de las semillas (una propiedad que impide la germinación en condiciones no favorables) era una característica ya presente en las primeras semillas, hace 360 ​​millones de años. La latencia de las semillas es un fenómeno que ha intrigado a los naturalistas durante décadas, ya que condiciona la dinámica de la vegetación natural y los ciclos agrícolas. Hay varios tipos de latencia, y algunos de ellos están modulados por las condiciones ambientales de maneras más sutiles que otros.

Fecha: 13-Jun-2018

En un artículo publicado en la revista New Phytologist , estos científicos han estudiado la evolución de la latencia en las semillas utilizando un grupo de datos único. Esto incluyó las características de latencia en más de 14,000 especies. Es el resultado del trabajo de Carol y Jerry Baskin, los coautores de esta publicación, que han estado estudiando la latencia desde los años 60.

Los análisis realizados por este equipo de investigadores han establecido que la latencia es tan antigua como las propias semillas. En otras palabras, la más antigua entre todas las semillas ya tenía latencia. “De todos los posibles tipos de letargo, el más antiguo ya presentaba ajustes muy sofisticados a las condiciones ambientales “, según el coordinador de este proyecto, Rafael Rubio de Casas, investigador del Departamento de Medio Ambiente de la Universidad de Granada, y el único español involucrado en esta investigación.

Produciendo nuevas especies

Los resultados de este proyecto indican que las plantas sin letargo tienden a ser menos capaces de diversificación, es decir, a producir nuevas especies . “Esto puede deberse al hecho de que la latencia facilita que la germinación solo tenga lugar en el momento óptimo, a pesar de los cambios en el medio ambiente, ya sea por fenómenos meteorológicos o debido a que las semillas alcanzan una nueva ubicación después de la dispersión Este ajuste del ciclo de la planta al nuevo ambiente puede reducir la probabilidad de extinción de una especie en particular “, señaló Rubio de Casas.

La latencia no solo implica que las semillas no germinan cuando hace demasiado calor o demasiado frío, ya que en esas condiciones es el medio ambiente el que impide la germinación. “Lo que hace la latencia es asegurarse de que las semillas no germinen incluso cuando las condiciones sean favorables, lo que impide la germinación después de una tormenta de verano o durante algunos días cálidos en invierno”, agregó el investigador de la Universidad de Granada.

Sin embargo, no todas las plantas tienen semillas inactivas. En realidad, muchas especies de plantas simplemente germinan en el momento en que sus semillas están expuestas a condiciones favorables. Además, parece que las plantas pueden adquirir y perder la latencia de sus semillas de forma relativamente rápida como resultado de la selección natural.

“Por ejemplo, en el caso de las plantas cultivadas, la latencia es una de las primeras características que parecen haberse perdido durante el proceso de domesticación, y por esta razón la fecha de siembra es un parámetro tan importante en la agricultura”, según Rubio de Casas.