Influencia del cambio climático en zonas de la Meseta Norte de España

Más allá de la repercusión que el Cambio Climático pueda tener sobre clima, mares y la evolución de la vida de la Tierra, éste puede ser la causa de nuevas opciones, junto con cambios en la filosofía del cultivo, de la implantación de cultivos en diferentes zonas. En los casos positivos, se abren posibilidades de cultivar especies en zonas donde antes esto no era posible.

Fecha: 19-Nov-2019

Por Sotero Molina Vivaracho, Técnico y Especialista en Horticultura, soteromv@yahoo.es

Desde hace ya unos años, tal vez el tema que más impacto e influencia está teniendo a nivel mundial, es sin duda el del Cambio Climático, su repercusión y consecuencias sobre el futuro del Planeta.

Pues bien, dejando a un lado la influencia que pueda tener sobre el clima, los mares y en general sobre la evolución de la vida de la Tierra, si voy a abordar su posible repercusión sobre la implantación de algunos cultivos hortícolas y/o frutícolas en áreas donde estas especies no son un referente.

Sin duda estamos asistiendo al movimiento en la implantación de especies de cultivos que tradicionalmente se han cultivado en la cuenca mediterránea, hacia zonas más septentrionales como el centro de Europa o las Islas Británicas donde ya es palpable el aumento de la superficie dedicada a viñedos y a otros cultivos como algunas hortícolas, pero no se trata de hacer un estudio pormenorizado y más ambicioso de dicha evolución sino que vamos a poner de ejemplo la posibilidad que dicho fenómeno medioambiental haya tenido para la cada vez mayor introducción de especies en un área fría de la Meseta Norte como es la provincia de Soria.

En esta provincia con una superficie de 10.000 km-2 , se distinguen tres zonas regables entre las que se alcanzan las 15.000 hectáreas. Por un lado destaca el área que discurre por el cauce del río Duero hasta el límite con la provincia de Burgos con unas 11.000 ha en la que el canal de Almazán con más de 5.000 ha tiene mayor relevancia, Olmillos con 900 y otras anejas, otra zona es la del Moncayo con unas 2.800 ha y por último está la de la ribera del río Jalón con menor superficie aproximada de 800 ha, además existen otras superficies con diferentes concesiones de riego en la zona de Gormaz y de Burgo de Osma.

Los cultivos de regadío tradicionales en esta provincia hasta finales de este siglo han sido principalmente el de la remolacha azucarera que practicamente monopolizaba su implantación combinado con alguna leguminosa como alfalfa y patata y que era considerado como un cultivo social y fijador de mano de obra en las localidades afectadas; a partir de la crisis de cultivo de esta raíz motivada por el sistema de cuotas de producción y contingentación, con la drástica reducción de su importancia los cultivos regados fueron cereales, maíz, girasol y patata, por lo que entre otras causas, muchas estructuras de riego quedaron obsoletas o mal conservadas.

Primeras heladas más tardías
En esta provincia se ha venido observando desde hace unos años y de forma progresiva pero muy palpable, una tendencia en la que los períodos de heladas se han ido acortando, ya que si lo normal es que las últimas heladas de primavera fueran en la primera quincena de mayo (y es este periodo en el que la tendencia no se ha movido mucho), sin embargo las primeras heladas de otoño que tradicionalmente no era raro que aparecieran a primeros de septiembre, se ha apreciado un desplazamiento hacia bien avanzado el otoño, no siendo raro que en muchas zonas las heladas se atrasen hasta bien entrada la segunda quincena del mes de octubre, lo que permite que algunos cultivos más sensibles a este fenómeno climático como son algunas hortícolas sean tenidas en cuenta a la hora de diseñar una estrategia de cultivos.

Entra en dicha estrategia, la política de diseño y de calendarios de producción por parte de empresas del sector que han elegido y se han establecido en Soria para completar y cerrar un calendario como es en el caso de cultivos de hoja (lechuga, lollos, escarola, kale, acelga, fresa, etc.) con periodos de producción de junio a octubre en unos cultivos y de junio a diciembre como es el caso de fresa en los que este cultivo tiene una cierta importancia. En el caso de los cultivos de hoja ya representan mas de 250 ha.

No solamente se ciñen a estas especies, sino que hay otros cultivos hortícolas de industria que van aumentando su superficie gracias a una mayor tecnificación en los sistemas de riego establecidos, así destacan cultivos como judía verde, espinaca, en el que empresas como Florette y Ametller se han instalado en la zona de Olmillos; también la zanahoria tiene una importancia relativa, pero sin duda alguna tal vez sea el brócoli la brásica por la que apuesten las empresas del sector, ya que la climatología sea la adecuada para producciones de verano y otoño, ya que los contrastes climáticos entre el día y la noche sean grandes aliados para un desarrollo más equilibrado.

Se ha podido observar también en otro cultivo como la patata, que la época de recolección se ha adelantado algo, lo cual hace presagiar que los factores climáticos han variado.

Actualmente la fruticultura como es el caso de la manzana ha tenido una irrupción fulgurante en esta provincia ya que se han plantado unas 1.000 ha por parte de tres empresas como Nufri con unas 800 ha y que representa el 17% de la producción nacional de manzana, Deda Ebro 90 ha y Altos de Yara unas 50 ha. distribuídas en dos zonas diferenciadas.

Por último la apuesta en cultivo de invernadero de fresa que permite la producción desde junio hasta diciembre.

Cambios en la filosofía del cultivo
Toda esta exposición es un breve reflejo de las posibilidades de cambio de tendencia en la filosofía de cultivos en zonas frías y que al margen de la evidente influencia en la tendencia de la variación climática y que requerirían de una exposición más detallada, hay otros factores que no quiero dejar de enumerar de forma resumida:

Factores de producción: Como es la modernización y puesta en valor de los sistemas de riego, sustituyendo e incorporando métodos que permitan una optimización del agua y fertirrigación con sistemas de riego aéreo (pivot, ranger) y/o localizado, con la incorporación de la teledetección para obtener una mayor información sobre el estrés hidrico, de control de plagas y enfermedades y de adventicias.

La incorporación de material vegetal que incorpore un mayor grado de calidad, producción, precocidad y resistencias o tolerancias a plagas, enfermedades y menos exigentes en agua.

Cambio en los sistemas de control de plagas y enfermedades con la introducción de métodos como el control biológico o la utilización de productos menos agresivos.

Una mayor tecnificación en los sistemas de recolección.

Un mayor grado de formación del agricultor que ha sabido adaptar y adoptar los medios que dispone a lo que el consumidor demanda.

Por último, reseñar que sin duda alguna el conjunto de de todas estas medidas permiten diversificar y potenciar los cultivos de regadío en zonas en las que su cultivo se consideraba una quimera.

El cambio climático es el responsable de esta evolución? Quizá no será el único, pero tal vez el más determinante.