Identificadas científicamente las condiciones óptimas de uso del azafrán

Los efectos organolépticos del Azafrán de La Mancha en los alimentos pueden ser diferentes dependiendo de las variables que se utilicen para su elaboración: el líquido que se ponga en contacto, la temperatura de la elaboración y el tiempo que dure el proceso, por lo que es posible potenciar unos atributos frente a otros en las elaboraciones culinarias cuando el azafrán se maneja en diferentes condiciones.

Fecha: 07-Jul-2021

Es una de las principales conclusiones que se extraen de una investigación realizada por la Universidad de Córdoba e impulsada por la Denominación de Origen cuyo objetivo era aportar evidencia científica tanto de las propiedades organolépticas del Azafrán de La Mancha —color, sabor y aroma—, como de las circunstancias para su extracción desde las hebras, con la finalidad práctica ayudar, tanto a los profesionales de la cocina como a consumidores en general, a hacer un mejor uso de este producto.

Para llevar a cabo la investigación, se simularon treinta y seis diferentes situaciones de cocina, y sus resultados se analizaron por cromatografía líquida. En cada una de ellas se usaron 250 mg de Azafrán de La Mancha finamente triturado y se combinaron cuatro variables de medio líquido para disolver la especia —agua | agua-aceite en proporción 2:1 | agua-aceite en proporción 1:2 | aceite—, tres variables de temperatura —60 ºC | 80 ºC | 100 ºC— y tres de tiempo de contacto: 10, 20 y 30 minutos.

Condiciones óptimas de uso del azafrán

Y los resultados indican que hay tres situaciones experimentales con un mayor poder de diferenciación en cuanto a su influencia en los potenciales efectos organolépticos en los alimentos:

  • Infusión en agua a 60 ºC durante 20 minutos: es la situación óptima para conseguir mayor intensidad de color amarillo-naranja, una potente astringencia y un significativo amargor, pero en la que no tendremos el característico olor a azafrán.
  • Situación agua-aceite en proporción 1:2, también a 60 ºC y durante 20 minutos: en este caso se obtiene un potente amargor, una significativa astringencia y un intenso aroma, pero no aporta una coloración relevante.
  • Infusión del azafrán en aceite a 100 ºC durante 30 minutos: la astringencia y el aroma son máximos, pero el color y el amargor prácticamente están ausentes.

Unos resultados que llevan a las siguientes conclusiones:

  • Para colorear los platos de forma eficaz conviene evitar la presencia de aceite, es decir, se debe realizar una infusión del azafrán en agua pura, y luego verter la infusión sobre los alimentos a los que se pretende dar color, por ejemplo el arroz o la pasta.
  • El color y la astringencia tienen las mismas condiciones óptimas de extracción en las que también se asegura un nivel significativo de amargor, aunque desaparece el aroma característico del Azafrán de La Mancha.
  • La presencia mayoritaria o en exclusiva del aceite en las elaboraciones optimiza la extracción del aroma característico y prácticamente neutraliza el color y, por lo tanto, pueden elaborarse platos, salsas o condimentos que tengan aroma a azafrán sin que muestren el color amarillo tan característico asociado.