Desde el inicio de la crisis en 2008 el consumo de carne de vacuno en España ha experimentado una caída continuada. Unos precios relativos mayores de este producto favorecen una tendencia hacia su sustitución por otros tipos de carne más económicos. En la actualidad, se consume una media de 5.9 kg de vacuno per cápita y año, un consumo muy inferior al de pollo (14kg) y porcino (11kg). Existen, además, consideraciones de salud que inclinan las preferencias del consumidor hacia carnes de ave, en tanto que aspectos medioambientales (emisión de gases de efecto invernadero, huella hídrica,…), también pueden estar jugando un papel entre un segmento especialmente sensible de la población. Sin embargo, algunas de estas consideraciones en principio negativas deben ser matizadas, y cada vez hay más voces que apuntan hacia un recálculo de las tablas de nutrición de la carne de vacuno para que se ajusten mejor al producto mayormente consumido en España, así como hacia una comunicación efectiva que informe de forma rigurosa de la relación del consumo de vacuno con la salud. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, las tendencias globales enmascaran la existencia de nichos de mercado con demandas específicas, por ejemplo, de productos de proximidad, ecológicos, con diferenciación geográfica, platos preparados etc., que están dispuestos a pagar un sobreprecio por estas cualidades. Y, por último, no hay que olvidar los mercados exteriores. La Unión Europea siempre ha sido un destino importante de las exportaciones de vacuno de España, pero mientras en estos países el consumo también se ha estancado e incluso disminuido, nuevos países emergentes presentan unas tasas de crecimiento notables. En particular, se han recuperado los mercados de países del Magreb y del Oriente Próximo, como Marruecos, Argelia, Líbano, donde las exportaciones de animales vivos han crecido de forma constante en los últimos años. Nuevos mercados del Golfo Pérsico o asiáticos, como Hong Kong, también han entrado en escena, en tanto que China, se perfila como un destino interesante debido al aumento continuado de su tasa de consumo que la producción interna no puede atender.


Ana Isabel Sanjuan López. Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) – Gobierno de Aragón