Estudio internacional sobre el consumo de carne y la sostenibilidad del planeta

Si la población mundial consumiera tanta carne como los europeos o los norteamericanos, no se alcanzarían los objetivos climáticos internacionales y muchos ecosistemas colapsarían. Y es que cada ciudadano de la Unión Europea consume unos 80 kilos de carne al año, una cifra que debería reducirse a 20 kilogramos o menos.

Fecha: 07-Jun-2022

Es una de las principales conclusiones que se extraen del estudio Meat Consumption and Sustainability (Consumo de Carne y Sostenibilidad) realizado por los profesores Martin C. Parlasca and Matin Qaim del Center for Development Research (Centro de Investigación para el Desarrollo) y del Institute for Food and Resource Economics (Instituto de Economía de los Alimentos y los Recursos), ambos organismos de la Universidad de Bonn, en Alemania y recogido por la organización por la conciencia alimentaria ProVeg International que trabaja para transformar el sistema alimentario global reemplazando los productos animales por alternativas vegetales y cultivadas.

El estudio se ha publicado en vísperas de la Conferencia sobre cambio climático de la ONU, que se celebrará en Bonn desde este lunes, 6 de junio y hasta el próximo día 16, un encuentro en el que se establecerá la agenda anual de la COP27 que tendrá lugar a finales de año en Egipto.

Objetivo, reducir un 75 % el consumo de carne

El estudio de la Universidad de Bonn señala que si la población mundial consumiera tanta carne como los europeos o los norteamericanos, no se alcanzarían los objetivos climáticos internacionales y muchos ecosistemas colapsarían y, en concreto, destaca el hecho de que cada ciudadano de la Unión Europea consume unos 80 kilos de carne al año, afirmando que los países ricos deberán reducir el consumo anual de carne a 20 kilogramos o menos —es decir, un 75 %— para alcanzar los objetivos climáticos

Las conclusiones del estudio de Bonn también están en consonancia con el informe publicado el mes pasado por el IPCC —Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU—, en el que se afirma que una de las mayores contribuciones a nivel personal en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es la adopción de una dieta sostenible y saludable, que incluye la moderación de la ingesta de carne y lácteos mediante una dieta basada en plantas.

«Reducir el consumo de carne es vital para ayudar a aliviar la presión sobre el medio ambiente y para cumplir con el objetivo establecido por el Acuerdo de París de 2015 de limitar el aumento de las temperaturas medias globales a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales», comenta en este sentido Raphaël Podselver, responsable de incidencia política en la ONU de ProVeg.