Las autoridades europeas explican que el nuevo reglamento implica que una gran cantidad de actos legales se agilizan en una sola ley, con reglas más simples y claras que permitirán a las autoridades enfocarse en prioridades clave: prevenir y erradicar enfermedades.

El reglamento, que fue adoptado por el Parlamento Europeo y el Consejo en marzo de 2016, aclara las responsabilidades de los ganaderos, veterinarios y otras personas que se ocupan de los animales, y permite un mayor uso de las nuevas tecnologías para las actividades de salud animal: vigilancia de patógenos, identificación electrónica y registro de animales.

Además, destacan que adopta un enfoque ‘One Health’ que permite una mejor detección y control tempranos de las enfermedades animales, incluidas las que pueden ser transmisibles a los humanos.

La ley ayudará a reducir la ocurrencia y los efectos de las epidemias animales, además de ofrecer más flexibilidad para ajustar las reglas a las circunstancias locales y a problemas emergentes como el clima y el cambio social. También establece una mejor base legal para vigilar los patógenos animales resistentes a los agentes antimicrobianos.

En general, la Ley de Sanidad Animal, explican, será única, completa, apoyando a los sectores de la ganadería y la acuicultura de la UE en su búsqueda de una mayor competitividad y un mercado comunitario seguro y fluido de los animales y sus productos, lo que conduce al crecimiento y al empleo en estos importantes sectores.

La Ley de sanidad animal formaba parte de un paquete de medidas propuesto por la Comisión Europea en mayo de 2013 para fortalecer la aplicación de las normas de salud y seguridad en toda la cadena agroalimentaria. Como tal, está estrechamente vinculado al Reglamento (UE) 2017/625 (Reglamento de controles oficiales). La Ley de Sanidad Animal es también un resultado clave de la Estrategia de Sanidad Animal 2007-2013, ‘Más vale prevenir que curar’.