Así lo recuerdan desde AECOC —la asociación empresarial del país que reúne Industria y Distribución— que, coincidiendo con el Día Mundial del Agua decretado por la ONU, que se celebra hoy lunes 22 de marzo, ha querido destacar el papel fundamental que tiene la concienciación de la población sobre el desperdicio de alimentos por el impacto que supone sobre el derroche de agua y otros recursos naturales.

“La mayor parte del agua que consumimos no es la que utilizamos en el baño o en la cocina, sino la que se destina para la producción de alimentos. Por ello, es muy importante aprovecharlos al máximo y evitar que acaben desperdiciándose”, explica Nuria de Pedraza, responsable de la iniciativa La alimentación no tiene desperdicio que, impulsada por AECOC, reúne a más de seiscientas cincuenta empresas fabricantes y distribuidoras para evitar la generación de residuos alimentarios en el sector, y que cada año organiza el Punto de Encuentro contra el Desperdicio Alimentario para compartir las buenas prácticas e iniciativas que están llevando a cabo por las empresas para evitar el desperdicio de alimentos.

El Día Mundial del Agua y la producción de alimentos

El último Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en los hogares españoles, publicado periódicamente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cifra en 25 kilos el total de alimentos desaprovechados por persona y año en España, lo que supone un 4 % del total de consumo. Y, según los datos de EsAgua —red de entidades españolas comprometidas con el uso sostenible del agua y la huella hídrica—, este desperdicio alimentario genera un impacto en la huella hídrica de 131 litros por persona y día.

En este sentido, las empresas del sector agroalimentario están cada vez más comprometidas con el uso eficiente de los recursos naturales, como indica un reciente informe elaborado por AECOC entre empresas de la industria y la distribución alimentaria, en el que se recoge que hasta un 70 % de las compañías analizadas tiene planes en marcha para la reducción de su consumo de agua, y en los últimos años han conseguido reducir en cerca de un 20 % la cantidad de agua empleada en sus procesos.