El uso de antibióticos en animales ya es menor que en humanos

El uso de antibióticos ya es menor en los animales productores de alimentos que en humanos. Esta es la principal conclusión del informe elaborado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).

Fecha: 02-Jul-2021

Partiendo del concepto «Un mundo, una salud», el informe elaborado por las tres agencias de la UE presenta datos sobre el consumo de antibióticos y el desarrollo de resistencia a los antimicrobianos en Europa durante el período 2016-2018.

La reducción significativa del uso de antibióticos en animales productores de alimentos indica que las medidas adoptadas para reducir su uso están siendo eficaces. El uso de un tipo de antibióticos llamados polimixinas, que incluyen a la colistina, casi se redujo a la mitad entre 2016 y 2018 en los animales productores de alimentos. Este es un avance positivo, dado que las polimixinas también se usan en hospitales para tratar a los pacientes infectados con bacterias poliresistentes a los medicamentos.

La situación en la UE no es homogénea, puesto que varía de forma significativa en función del país y el tipo de antibióticos. Por ejemplo, las aminopenicilinas, las cefalosporinas de tercera y cuarta generación, y las quinolonas (fluoroquinolonas y otras quinolonas) se usan más en humanos que en animales destinados a la producción de alimentos, mientras que las polimixinas (colistina) y las tetraciclinas se usan más en animales productores de alimentos que en humanos.

La relación entre el uso de antibióticos y la resistencia bacteriana

El informe (puede descargarse en este enlace) demuestra que el uso en humanos de los carbapenemos, las cefalosporinas de tercera y cuarta generación y las quinolonas se asocian con la resistencia a estos antibióticos en las infecciones en humanos por Escherichia coli. Asociaciones similares se encontraron para animales productores de alimentos.

El informe establece también relaciones entre el consumo de antimicrobianos en animales y la resistencia microbiana adquirida a partir de animales productores de alimentos, que a su vez se asocia con la resistencia en bacterias procedentes de humanos. Un ejemplo de esto es la bacteria Campylobacter spp., que se encuentra en animales productores de alimentos y causa infecciones procedentes de los alimentos en humanos. Los expertos detectaron una asociación entre la resistencia a estas bacterias en animales y la resistencia a las mismas bacterias en humanos.

Luchar contra la resistencia a los antimicrobianos mediante la cooperación

La resistencia a los antimicrobianos es un importante problema de salud pública que supone también una pesada carga económica. El concepto «Un mundo, una salud» puesto en práctica gracias a la cooperación entre la EFSA, la EMA y el ECDC y los resultados presentados en este informe exigen esfuerzos continuados para luchar contra la resistencia a los antimicrobianos en los ámbitos nacional, de la UE y mundial en todos los sectores sanitarios.