El sector no aguanta más: la factura eléctrica en verano llega a triplicarse y reclaman ayudas regionales

Los agricultores y ganaderos de Castilla y León están sufriendo un brutal incremento de la factura eléctrica respecto al año pasado por estas mismas fechas. Los regadíos electrificados y determinadas granjas ganaderas se ven obligadas a asumir un incremento de la factura que en algunos casos se multiplica hasta por tres. Por eso, desde UPA CyL se reclama al Gobierno regional soluciones urgentes para ayudar al sector.

Fecha: 25-Aug-2022

El coste eléctrico con la tasa del gas que recogen las facturas lleva al sector a una situación límite, y es que supone por ejemplo que agricultores y ganaderos tuvieran el año pasado en concepto de esta tasa un coste por kilovatio/hora de 0,05 euros y que en junio de este año 2022 haya sido de 0,09, en julio subió hasta los 0,11 euros y en este mes de agosto llegará hasta los  0,16 euros.

UPA reclama soluciones urgentes para agricultores y ganaderos, que no pueden repercutir la subida de la luz en el precio de venta del producto agrícola o ganadero, y que comprueban en sus facturas lo inasumible de una situación motivada por el cargo al  tope de gas dentro de lo que han dado a denominar el ‘pool’ eléctrico.

COMO EJEMPLO, UNA EXPLOTACIÓN DE REMOLACHA SI SIGUE REGANDO PERDERÍA 30.000 EUROS

Por eso, recuerdan que el mecanismo ibérico de ‘tope al gas’  lleva en vigor en España y Portugal desde el pasado 15 de junio, y desde entonces, la factura eléctrica para los agricultores y ganaderos no ha dejado de aumentar.

La organización ha hecho estimaciones reales con datos concretos, y es imposible encontrar rentabilidad cuando los precios de la electricidad están absolutamente disparados. Sirva como ejemplo que una explotación de 22 hectáreas de remolacha, y en la situación actual si sigue regando hasta final de cultivo perdería 30.000 euros.

Otro dato que pone a las claras lo que está viviendo el sector, es que una explotación media el año pasado la hora de riego le costaba en torno a 5 euros más IVA. En mayo de 2022, a 12,8 euros más IVA y en agosto de 2022  a 25,6 euros más IVA, y eso en el supuesto más barato, de regar solamente en horario nocturno y en fin de semana, porque una hora de riego por el día puede llegar a suponerle al agricultor alrededor de 40,8 euros.

En el caso de la ganadería la situación no es mejor. Los motores de las ordeñadoras y de los sistemas de refrigeración de la leche, así como los sistemas de ventilación de las granjas de pollo y pavos están inflando las facturas de forma tan desmesurada que la situación económica es especialmente dramática en muchos casos.

Una explotación media de 30.000 pollos ha incrementado sus gastos energéticos (luz y gas) en 20.000 euros en el último año. De pagar 0,11 euros kwh/hora en el mes de julio de 2021  ha pasado a pagar 0,43 euros  en julio de 2022, casi cuatro veces más.

Ante esta situación, UPA reclama una vez más a la Junta de Castilla y León que se ponga al frente de las demandas del sector, y por ello exigen que actúe en consecuencia para tratar de abaratar estos costes. En este sentido, «nos seguimos preguntando dónde están las ayudas autonómicas para las explotaciones agrarias que deberían compensar las consecuencias de la crisis energética motivada por la invasión de Ucrania«.

En particular, nuestra organización espera todavía una respuesta del consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, sobre la promesa de crear un fondo para paliar la situación agónica que atraviesa el campo por el incremento de los costes de producción. La solicitud se enmarcaba en el contexto del plan anticrisis que anunció Alfonso Fernández Mañueco en su discurso de investidura, ya hace varios meses.

En este sentido, cabe recordar que la comunidad autónoma recibe un alto porcentaje de lo recaudado por impuestos, tanto de la electricidad como de los combustibles, y por eso debe dar un paso al frente, implementar ayudas propias, y proteger con ello a las explotaciones familiares agrarias ante la subida de la factura eléctrica como sector estratégico y prioritario para la economía de la región.