El precio del aceite sigue por los suelos

Con la campaña de olivar recién iniciada, UPA Andalucía retoma su seguimiento de la evolución de la campaña de aceite de oliva, a partir de los datos de octubre extraídos del último informe que acaba de publicar la AICA, sobre la evolución del mercado del aceite de oliva y el de aceituna de mesa.

Fecha: 20-Nov-2019

Tags: aceite , suelo

Fuente: Euroganaderia

Esta campaña de olivar viene marcada por una meteorología muy desfavorable a lo largo de todo el año, con precipitaciones muy escasas en invierno, una sequía agravada por las altas temperaturas del verano y la ausencia de lluvias, y un otoño que tampoco nos está descargando el agua necesaria. Además, tras una campaña 2018-19 récord en producción, es el turno de la vecería, con un aforo andaluz que ya estima un descenso del 32,7% en nuestra región. No obstante, la situación podría cambiar si las lluvias hacen acto de presencia en las próximas semanas.

Con respecto a las salidas de aceite al mercado, desde UPA Andalucía destacan que los datos han batido récord al inicio de campaña, con 156.000 t en el mercado interior aparente, incluidas las importaciones (unas 15.000 t). Con estos datos de entradas y salidas de aceite de oliva, las existencias totales a finales de octubre se sitúan en las 641.168 t repartidas de la siguiente manera: 421.300 t en almazaras, 193.769 t en envasadores y refinerías, y 26.000 t en el Patrimonio Comunal Olivarero.

Por tanto, según UPA Andalucía, “nos seguimos encontrando con una situación intolerables, en la que las comercializadoras no atienden a las leyes del mercado ni a las circunstancias del sector, y continúan perpetuando una especulación en los precios del aceite de oliva que tienen a los agricultores con el agua al cuello”.

Por ello, desde la organización agraria, van a continuar reclamando medidas que frenen la especulación y los desequilibrios, pidiendo a las administraciones que modifiquen la Ley de Cadena Alimentaria, y que prohíban prácticas comerciales desleales como la venta a pérdidas o el uso del aceite como producto reclamo en las grandes superficies de venta. También es necesario que se establezcan contratos tipo con precios mínimos ligados a los costes de producción, entre agricultores y industria.