El papel de España en la autonomía alimentaria de la Unión Europea

“España es un actor clave en la autonomía alimentaria de la Unión Europea y en el comercio mundial de alimentos. La fortaleza de la industria alimentaria española, con una potente vocación exportadora, sitúa ya al país como el séptimo mayor exportador mundial agroalimentario”.

Fecha: 20-Jun-2022

Así lo aseguraba el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la inauguración de la IX edición de Food & Drink Summit, organizada por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), poniendo de manifiesto el vigor del sector agroalimentario español, que ha sabido resistir a las dificultades como la Covid-19 o el conflicto en Ucrania, así como ganarse la confianza de los mercados.

Como muestra de ello, Planas destacaba la evolución positiva de las exportaciones agroalimentarias en los últimos años y en concreto, las más recientes: en el año móvil hasta marzo de 2022, las exportaciones agroalimentarias han alcanzado un nuero récord, con 61.282 millones de euros, un 11,2 % más que en marzo de 2021, con un saldo positivo de más de 17.000 millones. Estos datos suponen el 18,4 % del conjunto del comercio exterior español.

España en la autonomía alimentaria de la Unión Europea

“En los momentos actuales es especialmente relevante mantener activa la participación en los mercados internacionales para evitar una crisis alimentaria. Para paliar los efectos que está teniendo la guerra de Ucrania es imprescindible trabajar para mantener abiertos los mercados agrícolas y evitar medidas restrictivas injustificadas, como prohibiciones de exportación de alimentos o fertilizantes, que aumentan la volatilidad de los precios y amenazan la seguridad alimentaria y la nutrición a escala mundial. Es importante mantener la calma, ser prudente, evitar especulaciones y ofrecer garantías de estabilidad a los mercados, así como confianza a nuestros ciudadanos”, comentaba el ministro.

En este sentido, Luis Planas aseguraba que, de igual forma, la política comercial de la Unión Europea a través de acuerdos comerciales con terceros países resulta determinante. España apuesta por el multilateralismo en el comercio internacional, “basado en reglas, abierto, transparente y con acuerdos comerciales estables”, explicaba, poniendo en valor el éxito del acuerdo con Canadá. No obstante, para garantizar una competencia leal, España ha instado a la Comisión Europea a que se incluya el principio de reciprocidad en los acuerdos comerciales con terceros países y la aplicación de las llamadas cláusulas espejo, defendidas por Francia y España, para sincronizar los estándares de producción de las importaciones a los de la Unión Europea.