El olivo, uno de los árboles que mejor combaten la contaminación

Los olivos figuran entre las especies arbóreas que mejor pueden contribuir a la limpieza del aire, según los resultados de un proyecto de investigación coordinado por la Universidad de Florencia, VegPM, cuyo objetivo era identificar las plantas autóctonas más adecuadas para combatir la contaminación atmosférica causada por las partículas (PM).

Fecha: 24-Jan-2023

Así lo recoge la publicación especializada estadounidense Olive Oil Times en un artículo firmado por Francesca Gorini que explica cómo este proyecto, que se inició en 2020, recopiló datos de cuatro municipios italianos de la región de la Toscana —Lucca, Porcari, Capannori y Altopascio— que se encontraban afectados por altos niveles de partículas finas contaminantes. Además del olivo, el equipo de investigación también constató que el laurel (Laurus nobilis), el aligustre (Ligustrum), la adelfa (Nerium oleander), la magnolia (Magnolia grandiflora) y el laurel cerezo (Prunus laurocerasus) podrían mejorar igualmente la calidad del aire.

Olivo contra contaminación

Las partículas son una mezcla de sólidas y líquidas, orgánicas e inorgánicas, que se dispersan en el aire y son muy peligrosas para la salud humana. El tráfico rodado es la principal fuente de PM, pero los sistemas de calefacción, la gestión de residuos y la agricultura también pueden provocar un exceso de estas partículas que se suelen clasificar por su diámetro en tres categorías: gruesas (PM10), finas (PM2,5) y ultrafinas (PM0,2). El tamaño de las partículas determina cómo afectan al sistema respiratorio y entran en el torrente sanguíneo.

La exposición prolongada a las PM10 en particular puede causar efectos graves, como molestias cardiovasculares y respiratorias, alergias crónicas e incluso mortalidad prematura en niños. Los estudios epidemiológicos también han demostrado que la proximidad de carreteras con mucho tráfico está asociada a enfermedades respiratorias crónicas en niños y ancianos. En un entorno urbano, estos efectos nocivos pueden verse intensificados por los peligrosos metales pesados causados por la exposición a aceites, neumáticos, combustibles, pinturas metálicas y residuos.

Por lo tanto, desarrollar acciones prácticas de mitigación es uno de los retos más críticos para los gobiernos locales. Muchos municipios han estudiado el diseño de ‘bosques urbanos’ eficaces, para lo que es necesario plantar especies vegetales adecuadas a lo largo de las carreteras o cerca de zonas muy contaminadas. Para que esta nueva estrategia funcione, las plantas elegidas deben responder al estrés hídrico y contener los niveles de CO2. En este sentido, el proyecto VegPM convierte toda la zona que abarca estas cuatro localidades italianas —Lucca, Porcari, Capannori y Altopascio, en total unos 100 kilómetros cuadrados con las mayores concentraciones de PM10, dióxido de nitrógeno y ozono de toda la Toscana— en un innovador espacio de prueba del modelo verde urbano.