El Nuevo Reglamento europeo de Control Oficial amplía las exigencias de acreditación de los laboratorios de seguridad alimentaria

La Comisión, tras 13 años exigiendo la acreditación de los laboratorios, no sólo mantiene en el nuevo Reglamento la acreditación como pieza básica en la seguridad alimentaria en Europa sino que amplía el requisito, exigiendo que todos los resultados analíticos de los laboratorios que realicen controles oficiales estén acreditados según la norma UNE-EN ISO/IEC 17025.

Fecha: 23-Feb-2018

Fuente: Interempresas

Por eso, cuando un operador o una empresa se plantea utilizar servicios de análisis para efectuar los controles requeridos y quiere contar con las máximas garantías de competencia técnica, sin correr riesgos, debe optar por laboratorios acreditados, ya sean internos o externos, porque solamente ellos han demostrado disponer de la necesaria competencia técnica proporcionando a los operadores la agilidad y la confianza que demandan los clientes y el mercado internacional. Además, la acreditación y el uso de evaluadores acreditados respaldan a las empresas alimentarias contra potenciales reclamaciones de responsabilidad.

Por último, esto se traduce en una seguridad para los consumidores que pueden confiar en los productos y servicios amparados por informes y certificados acreditados dado que los acuerdos internacionales de acreditación aseguran que cumplen las normas de calidad y seguridad independientemente del país de origen.

ENAC y el sector alimentario
La acreditación de ENAC en el ámbito agroalimentario aporta la garantía de que determinados productos y servicios que se ponen en el mercado reúnen unos requisitos de seguridad específicos, así como una serie de características diferenciales de calidad.

Los laboratorios de análisis acreditados son claves para establecer y controlar la seguridad y calidad de los productos alimentarios, tanto en el ámbito voluntario de control de la producción, como en el ámbito regulado de control oficial. La realización de ensayos es muy importante en distintos ámbitos como son la seguridad y calidad alimentaria, la sanidad animal o la exportación para la demostración por parte de los fabricantes y del resto de operadores alimentarios el cumplimiento de las especificaciones reglamentarias de la Unión Europea o de terceros países a los que se destinan las mercancías y productos agroalimentarios.