El envasado de los alimentos podría afectar negativamente a la absorción de nutrientes

Según una nueva investigación desarrollada en Estados Unidos, determinados compuestos y elementos químicos presentes en el recubrimiento de los envases de los alimentos podrían provocar cambios en el modo en el que realizan su función las células intestinales, afectando negativamente a la absorción de nutrientes.

Fecha: 11-Apr-2018

Tags: envasado

Según los resultados de un estudio desarrollado por expertos de la Universidad de Binghamton y de la Universidad Estatal de Nueva York (ambas de Estados Unidos), el envasado de los alimentos, concretamente determinados materiales y elementos químicos con propiedades antimicrobianas presentes en los revestimientos de productos como las latas de conserva, podría afectar negativamente a la absorción de nutrientes por parte del organismo.

Los investigadores citan como ejemplo las nanopartículas de óxido de zinc (ZnO), compuesto inorgánico utilizado como aditivo en diversos materiales y productos por sus propiedades antibacterianas. Descubrieron que este compuesto en dosis más relevantes de lo que se puede consumir en una comida o a la largo del día, puede provocar un cambio en el modo en el que el intestino absorbe los nutrientes o un cambio en la expresión de los genes y proteínas de las células intestinales.

En el estudio se analizaron diferentes alimentos enlatados, atún, pollo, maíz y espárragos, los investigadores utilizaron la espectrometría de masas, técnica analítica con la que se analiza con precisión la composición química de un compuesto, a fin de determinar cuántas nanopartículas de óxido de zinc podrían ser transferidas del recubrimiento del envase al alimento en cuestión. Aunque no se explica, probablemente esta migración se produce a través de un proceso denominado lixiviación, donde los alimentos actúan como disolventes con algunos elementos químicos integrados en los envases, provocando su integración en el producto de consumo.

Los análisis mostraron que los alimentos contenían hasta 100 veces la cantidad diaria recomendada de óxido de zinc, mineral implicado en una variedad de funciones del organismo que se añade en algunos alimentos como fuente de zinc​, aunque en otros casos en los que no se añade con esta finalidad, como en determinados alimentos preparados como los antes citados, integran trazas de este elemento. Tras los resultados obtenidos, los investigadores procedieron a analizar qué efecto tenían estas partículas en el sistema digestivo.

Los expertos comentan que anteriormente se ha analizado el efecto de estas nanopartículas en las células intestinales, pero con valores elevados y resultados obvios causados por toxicidad que pueden provocar la muerte celular. En este caso se ha estudiado el efecto de valores más reducidos pero superiores a las necesidades diarias, y los investigadores comentan que estas nanopartículas tienden a instalarse en las células intestinales causando cambios o pérdidas en las microvellosidades(protuberancias microscópicas en la superficie celular que maximiza el área de superficie disponible para la absorción de nutrientes), esta pérdida de superficie provoca que se produzca una disminución de la capacidad de absorción de nutrientes.

Los investigadores comentan que algunas nanopartículas en dosis elevadas también causan señalización proinflamatoria, lo que puede incrementar la permeabilidad intestinal, que es cuando la pared intestinal actúa como barrera selectiva aumentando el riesgo de que los elementos que, en teoría, no deberían ser absorbidos, lo sean y pasen al torrente sanguíneo. En este sentido, apuntan que las pruebas y los efectos se han estudiado en un laboratorio mediante cultivos celulares, por lo que no se sabe a ciencia cierta cuáles serían las implicaciones en la salud a largo plazo. Los expertos explican que las nanopartículas afectan a los cultivos celulares in vitro, por lo que se trata de una prueba para iniciar una nueva investigación para saber cómo afectaría en la función intestinal, algo que se considera importante para la seguridad de los consumidores.

Este tema se ha estudiado utilizando modelos animales para comprobar la respuesta del sistema digestivo a la ingestión de nanopartículas, el estudio con los cultivos celulares in vitro han arrojado resultados similares a los obtenidos con los modelos animales, donde las poblaciones microbianas intestinales se vieron afectadas por el exceso de nanopartículas. Ahora se plantea realizar nuevos estudios centrados en la interacción del microbioma intestinal con esos aditivos presentes en los alimentos.

La investigación se puede consultar a través de este artículo de la revista Food & Function y a través de la página web de la Universidad de Binghamton.