Efectos de la carga ganadera del pasto sobre la productividad en ganado caprino

La carga ganadera se define como la relación entre el número de animales y la superficie pastable disponible. Aunque estrechamente relacionados, no hay que confundir este término con el de presión de pastoreo, que se define como la relación entre el número de animales y la cantidad de pasto disponible, normalmente referida como kg de materia seca por unidad de área.

Fecha: 25-Jan-2022

Fuente: Interempresas

La carga ganadera es un factor clave del manejo de pastoreo, ya que afecta tanto a la presión de pastoreo, y consiguientemente a la ingestión, como a la tasa de defoliación del pasto, condicionando por tanto la producción animal y la dinámica vegetal. En general, la carga se relaciona inversamente con los rendimientos animales individuales, puesto que a mayor carga habrá menor cantidad de pasto disponible por animal. A partir de un punto, con una carga excesivamente alta, los rendimientos pueden caer en picado, debido a que la nimia cantidad de pasto existente provocaría la desnutrición e inanición de los animales. En sentido contrario, en un rango de cargas bajas se maximizan las respuestas productivas por animal.

En este sentido, investigadores del Serida de Asturias realizaron un estudio sobre la carga ganadera y sus efectos sobre la productividad del caprino y el pasto.

De las cargas examinadas en el estudio, la carga media de 15 cabras/ha sería la más adecuada para obtener el balance óptimo entre la producción de cabrito por unidad de superficie pastable (con ganancias individuales y pesos al destete aceptables) y unos rendimientos no demasiado desfavorables de las hembras reproductoras, con el fin de que estas lleguen en buena condición para el apareamiento hacia octubre, e incluso poder prolongar el pastoreo de otoño para iniciar la invernada lo más tarde posible, a fin de reducir los costes de alimentos comprados.

El acortamiento de la invernada y el aprovechamiento eficiente de los recursos pastables constituye uno de los pilares fundamentales para la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas, particularmente en las ubicadas en zonas de monte. Como hemos observado, una carga más alta permite obtener un mayor número y peso total de cabritos para su venta, pero a costa de reducir sus ganancias individuales (y por tanto su PV final al destete, pudiendo afectar negativamente a las características de la canal) y comprometer las recuperaciones de PV y CC de las madres para iniciar el siguiente ciclo productivo.

Al contrario, una carga más baja permite mantener unos rendimientos individuales óptimos, aunque reduciendo el número de crías producidas por hectárea. Además de la menor cantidad de producto vendible, hay que considerar la dinámica del pasto en los años venideros. La carga baja conduce a una mayor acumulación de hierba senescente, con lo que se reduce la calidad nutritiva del pasto disponible, y a la larga puede conducir a una invasión por malas hierbas o a una matorralización de los prados, mermando su productividad.