Disminuyen las reservas mundiales de cereales en 2022/23: las perspectivas iniciales apuntan a una menor producción de trigo en 2023

La estimación más reciente de la FAO sobre la producción mundial de cereales en 2022 se ha revisado al alza hasta los 9 millones de toneladas este mes, ubicándose ahora en 2 774 millones de toneladas, lo que sigue representando un descenso interanual del 1,3 %. El grueso de la revisión al alza se refiere al arroz y, en menor medida, a los cereales secundarios, que reflejan ampliamente la incorporación de las cifras oficiales publicadas recientemente.

Fecha: 03-Mar-2023

Tags: cereal , reservas

Fuente: Fao

 En lo que respecta al arroz, las evaluaciones de febrero realizadas por los funcionarios de la India indican una repercusión más contenida de las precipitaciones monzónicas desiguales en la producción de la cosecha principal, lo cual sumado a un incremento pronunciado en la siembra de una cosecha secundaria (que acaba de concluir), eliminó las expectativas de un descenso de la producción de la India en esta campaña. La producción también se mejoró en otros países, más notablemente en Sri Lanka y Tailandia. En cambio, los informes oficiales de la República Unida de Tanzanía sugieren que las escasas precipitaciones han provocado una reducción de la producción mayor de la prevista anteriormente, y las autoridades provinciales del Punyab pakistaní indican una menor realización de la superficie, lo cual se añade a las pérdidas de producción sufridas por el país como resultado de las graves inundaciones acaecidas, especialmente en Sindh. En conjunto, estos cambios elevaron 4,9 millones de toneladas la previsión de la FAO relativa a la producción mundial de arroz hasta situarla en 517 millones de toneladas (arroz elaborado), una cifra que, aunque es un 1,5 % inferior al máximo histórico de 2021 seguiría constituyendo una cosecha superior a la media.

Situada en 2 780 millones de toneladas, la previsión de la utilización mundial de cereales en 2022/23 permanece prácticamente sin cambios este mes y sigue apuntando a un descenso del 0,6 % por debajo del nivel de 2021/22. Tras una revisión a la baja de 1,4 millones de toneladas este mes, se prevé que la utilización mundial total de cereales secundarios caerá en 2022/23 un 1,5 % en comparación con el nivel registrado en 2021/22 debido a las contracciones anticipadas en la utilización de todos los cereales secundarios principales (maíz, cebada y sorgo). Por el contrario, las previsiones de la FAO sobre la utilización mundial de arroz en 2022/23 se han elevado en 0,5 millones de toneladas, situándose en 520 millones de toneladas, lo cual sigue estando ligeramente por debajo del máximo histórico registrado en 2021/22. La revisión al alza refleja en su mayor parte las expectativas de que los abundantes suministros y el ritmo intenso de adquisición pública nacional puedan alentar a los funcionarios de la India a seguir destinando suministros de existencias públicas a la producción de etanol, impulsando así los usos no alimentarios en el país. Desde el informe anterior, la previsión de la FAO sobre la utilización mundial de trigo también se revisó al alza, aumentándola 1,8 millones de toneladas, lo cual refleja principalmente un mayor uso del trigo como pienso en la Unión Europea, donde se espera una sustitución del maíz por el trigo para los piensos debido a un suministro nacional de maíz más escaso y a niveles de suministro de trigo más elevados. Esta revisión al alza sitúa la previsión de la utilización total de trigo para 2022/23 en 779 millones de toneladas, esto es, un aumento del 0,8 % con respecto al nivel de 2021/22.

Se prevé que las existencias mundiales de cereales que finalizan en 2023 descenderán un 1,2 % en comparación con sus niveles de apertura, alcanzando los 844 millones de toneladas, debido a los descensos previstos de las existencias mundiales de cereales secundarios y arroz que compensan un aumento de las existencias de trigo. Según las últimas previsiones, la relación entre las reservas mundiales de cereales y su utilización en 2022/23 se situaría en el 29,5 %, valor inferior al 30,7 % registrado en 2021/22, aunque todavía indicaría un nivel de suministro cómodo en general. Una acusada revisión a la baja de las existencias de maíz del Brasil estimadas tras un ritmo intenso de exportaciones ha dado lugar a una reducción de 3,2 millones de toneladas en la previsión de las existencias mundiales de maíz este mes. Esta revisión a la baja disminuye todavía más la previsión relativa a las existencias mundiales de cereales secundarios hasta situarla en 344 millones de toneladas, lo cual apunta a un descenso del 5,5 % en relación con sus niveles de apertura que se atribuye casi exclusivamente a una caída del 8,3 % en las existencias mundiales de maíz. La previsión de la FAO sobre las existencias mundiales de arroz al cierre de los años comerciales 2022/23, que refleja principalmente previsiones de remanentes más elevadas para la India, se ha elevado 1,9 millones de toneladas hasta situarse en 194 millones de toneladas. La previsión revisada sitúa las reservas estratégicas mundiales un 0,8 % por debajo de su máximo histórico de 2021/22 y en su segundo nivel más elevado registrado, pues los descensos en los países importadores de arroz parecen compensarse parcialmente con un incremento adicional de los remanentes por parte de los exportadores. Situada en 306 millones de toneladas, la previsión de las existencias mundiales de trigo para 2022/23 sigue siendo parecida a la previsión del mes pasado y apunta a un aumento del 4,1 % en comparación con los niveles de apertura, con la mayor parte de ese aumento concentrada en China y la Federación de Rusia.

De acuerdo con las previsiones, el comercio mundial de cereales en 2022/23 disminuirá un 1,8 % respecto del nivel de 2021/22 y se situará en 473 millones de toneladas, o sea, unos valores casi sin cambios en comparación con la previsión anterior. Estabilizada en 223 millones de toneladas, la previsión del comercio de cereales secundarios de la FAO para 2022/23 (julio/junio) sigue apuntando a un descenso del 3,3 % respecto del nivel de 2021/22 como resultado de los descensos previstos en el comercio mundial de cebada y sorgo; en cambio, se considera que el comercio mundial de maíz permanecerá en niveles cercanos a los registrados en 2021/22. Según los pronósticos, el comercio internacional de arroz en 2023 (enero-diciembre) alcanzará los 53 millones de toneladas, cifra que constituye una variación marginal con respecto a febrero y que se encuentra un 5,6 % por debajo del máximo de 2022. Las expectativas de importaciones cambiaron poco desde el último mes, mientras que en lo que atañe a las exportaciones, se aumentaron las previsiones de envíos para la India y se redujeron para el Pakistán y Tailandia. A pesar de las constantes incertidumbres en torno a la duración de la prohibición por parte de la India de las exportaciones de arroz quebrado, algo que podría causar que sus envíos totales disminuyeran si esta situación se prolonga, parece que los suministros exportables de arroz de otras calidades en la India seguirán siendo abundantes. Esto podría mantener la abundancia de las exportaciones totales de la India en 2023, en detrimento probablemente de algunos envíos del Pakistán y Tailandia. Al contrario que en el caso de los cereales secundarios y el arroz, se ha establecido que el comercio mundial de trigo en 2022/23 (julio/junio) aumentará un 1,1 % en comparación con el nivel registrado en 2021/22 hasta alcanzar los 198 millones de toneladas.

Perspectivas iniciales sobre la producción de los cultivos de 2023

Para 2023, la previsión preliminar de la FAO relativa a la producción mundial de trigo apunta a un descenso interanual, pero, situada en 784 millones de toneladas, la producción resultante mundial seguiría siendo la segunda más elevada registrada. En América del Norte, incentivados por los elevados precios, los agricultores norteamericanos incrementaron las siembras de trigo de invierno de 2023 hasta alcanzar su mayor nivel desde 2015. Aunque las condiciones meteorológicas secas siguen constituyendo una preocupación en las Planicies centrales, las previsiones de mayores precipitaciones en algunas zonas respaldan las expectativas de un incremento de la producción total de trigo en comparación con la producción reducida de 2022 situándola en 51 millones de toneladas en 2023, lo cual constituiría la producción más abundante en tres años. En el Canadá, las previsiones oficiales apuntan a una superficie cultivada por encima de la media en 2023, pues se espera que los agricultores reaccionen positivamente a los elevados precios de los cereales. Suponiendo que se den condiciones meteorológicas normales, se prevé que la producción de trigo del Canadá alcance los 35 millones de toneladas. En Europa, las previsiones provisionales apuntan a una caída general de la producción de trigo. En la Federación de Rusia, se prevé que la producción de trigo descenderá en comparación con el nivel máximo alcanzado en 2022, lo cual refleja unas condiciones meteorológicas más secas que la media en las regiones meridionales y una reducción de las siembras de invierno en un contexto de precios internos más bajos. En Ucrania, las graves limitaciones financieras, los daños a la infraestructura y la obstrucción del acceso a los campos en algunas partes del país han tenido como resultado una reducción interanual estimada del 40 % de la superficie sembrada con trigo de invierno correspondiente a 2023, y también en este año se prevé una producción de trigo bastante por debajo de la media. Se considera que las siembras de trigo en la Unión Europea permanecerán en general sin cambios en 2023, y con unas condiciones meteorológicas en general propicias que auguran buenos rendimientos, se prevé que la producción total alcanzará los 136,5 millones de toneladas, a la par que la satisfactoria producción del año pasado. En el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, se prevé un repunte moderado de las siembras de trigo, pero se espera que los rendimientos disminuyan respecto de los máximos de 2022, por lo que se considera que la producción caerá hasta situarse en unos 14,4 millones de toneladas en 2023. En Asia, se presentaban condiciones mixtas al inicio del año. En la India, los programas gubernamentales de apoyo alentaron a los agricultores a mantener una superficie cultivada con trigo cercana a los niveles máximos, y en el Pakistán, se estima una superficie cultivada con trigo dentro del promedio, ya que el retroceso del agua de las inundaciones y el apoyo del Gobierno facilitaron el acceso a la tierra y las semillas. Las condiciones meteorológicas han sido favorables en ambos países y, como resultado, se prevé que las cosechas de trigo de 2023 superarán los niveles medios de los últimos cinco años. En los países asiáticos del Cercano Oriente, tras experimentar precipitaciones desiguales durante los primeros meses de la campaña, se necesitan precipitaciones constantes durante el resto de la campaña para mantener las previsiones de producción de 2023. En África del Norte, la falta de precipitaciones ha afectado negativamente a los cultivos en Marruecos, Argelia y Túnez, repercutiendo así en las previsiones de la producción de trigo en 2023, tras una producción reducida en el año anterior.

En los países del hemisferio sur, las perspectivas de producción para los cultivos de cereales secundarios en 2023, con actividades de cosecha en curso, son en general favorables. Impulsadas por una demanda de exportaciones robusta, se prevé que las siembras totales de maíz aumentarán hasta un nivel récord en el Brasil, y respaldadas por condiciones meteorológicas en general beneficiosas, se espera provisionalmente que la producción total alcance un máximo histórico de 123,7 millones de toneladas en 2023. En la Argentina, la escasez de precipitaciones al inicio de la campaña afectó negativamente a los cultivos de maíz, pero un repunte del nivel de precipitaciones al inicio de 2023 dio lugar a una recuperación parcial de las condiciones de los cultivos que se cosechan más tarde. En Sudáfrica, se espera que una reducción modesta de las siembras de maíz dé lugar a un descenso interanual de la producción en 2023, pero con unas condiciones meteorológicas propicias que impulsen buenas perspectivas de rendimiento, se prevé que la producción supere el promedio quinquenal.

Puede consultarse información más detallada en el número de marzo de Perspectivas de cosechas y situación alimentaria.

Cuadros resumidos