De cómo la agricultura ecológica está contribuyendo a mitigar el cambio climático

Un estudio publicado por la FAO —Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura— ha identificado tres vías principales por las que los diferentes sistemas de cultivo ecológico a lo largo de todo el mundo están contribuyendo a la mitigación del cambio climático.

Fecha: 19-Oct-2021

La primera de las contribuciones está relacionada con la administración de nutrientes, que usados cuidadosamente reducen considerablemente las emisiones de óxido nitroso en los suelos, uno de los principales gases de efecto invernadero. La segunda via es la no utilización de fertilizantes sintéticos y pesticidas, que requieren de mucha energía para su producción, estimándose en un 20 % el potencial de reducción de emisiones por la abstención de este tipo de fertilizantes. Y, en tercer lugar, debido al potencial de las plantas para captar el CO2 atmosférico mediante el proceso fotosintético y su posterior fijación al suelo mediante la biomasa, los suelos son en grandes sumideros de dióxido de carbono de la atmósfera y liberados de oxígeno a ella. En este sentido, la capacidad del suelo de almacenar dióxido de carbono está directamente relacionada con la biomasa presente en él.

Viñedo ecológico y cambio climático

En este sentido, y con motivo de la celebración el próximo 24 de octubre es el Día Internacional contra el Cambio Climático, desde Bodegas.bio, marketplace español especializado en vino ecológico, han querido ahondar en cómo los cultivos ecológicos y, en concreto, el viñedo ecológico, contribuyen a mitigar los efectos que producen los gases de efecto invernadero y el calentamiento global.

En el caso de España —tercer país del mundo con mayor superficie ecológica, con 2,35 millones de hectáreas, de las cuales 121.279 están plantadas con viñedos—, la superficie ecológica ha aumentado en los últimos cinco años un 37,7 %, con Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña liderando este incremento.

Y, precisamente, el viñedo, junto a las plataneras y otras frutas subtropicales y cítrico, se encuentra entre los tipos de cultivo que más ha contribuido a aumentar la superficie ecológica española, según los últimos datos recogidos por Ecovalia, la asociación profesional española de la producción ecológica, en su informe anual sobre la producción ecológica en España.