Claves para impulsar la innovación en el sector del vino

La I+D es imprescindible para avanzar en la competitividad, calidad y rentabilidad del sector vitivinícola español, de ahí que sean necesarias una serie de estrategias clave que integren los objetivos científico-técnicos y se basen en la innovación como eje principal.

Fecha: 28-Mar-2022

Tags: vino , i+d+i

Así lo expusieron ayer en Valladolid los responsables de la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) y de la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) durante la presentación de la llamada Agenda Estratégica de Innovación del Sector del Vino 2021-2024, un documento que recoge un total de ocho grandes estrategias clave, que integran los objetivos científico-técnicos de cada área de la cadena de valor del vino, y están perfectamente alineadas con trece de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La Agenda pretende también servir de guía para la adaptación del sector al entorno cambiante y superar con éxito, a través de la cooperación estratégica y la innovación, los retos a los que se enfrenta —a pesar de que el vino ha salido mejor parado que muchos otros sectores frente a la pandemia y otras amenazas de mercado gracias a su grado de internacionalización, variedad en sus categorías de productos y aprecio por parte de los consumidores— y, para ello, marca una serie de objetivos y prioridades de I+D+i en campos como: viticultura, proceso, producto, sostenibilidad y cambio climático, salud y economía vitivinícola.

Las principales conclusiones que el documento recoge en este sentido son:

El subsector del Vino es un referente en el ámbito de la innovación dentro del sector de la Alimentación y Bebidas, como así refleja su alto porcentaje dentro del gasto en I+D+i (5 %) del sector.

Frente a la tendencia bajista de la actividad innovadora global en España durante los periodos de crisis vividos, el subsector del Vino incrementó su apuesta por la Innovación materializada en un aumento del gasto I+D+i desde 2011 hasta 2016 y aunque bajó levemente en el periodo 2017-2020, debido principalmente a la pandemia, su peso relativo respecto al sector agroalimentario creció.

Y en cuanto a las apuestas del sector para los próximos años, el documento destaca las siguientes:

  • I+D frente a IT.
  • Proyectos de innovación en Cooperación interempresarial frente a los individuales.
  • Cooperación con centros de investigación.
  • Aumentar el gasto en I+D+i a un ritmo mayor que otros sectores agroalimentarios.
  • Incrementar la cuantía de sus presupuestos y de la duración de los proyectos I+D (3 años de media).
  • Crecer en la internacionalización de sus actividades de innovación.
  • Buscar ayudas regionales cuando los presupuestos en I+D+i están por debajo de 150.000-170.000 € y nacionales cuando superan estas cantidades.
  • Potenciar su actividad I+D en el marco de los instrumentos financieros del CDTI, MAPA, AEI-AGRI o EIP-Agri).
  • Buscar ayudas a la inversión tecnológica a través del MAPA y del PASVE.
  • Incentivar la incorporación de talento a las empresas en el ámbito científico técnico.
  • Cooperación en la cadena de valor.
  • Cooperación en materia de Innovación entre las bodegas y el sector auxiliar.
  • Incorporación de científicos al ámbito académico e investigador
  • Potenciación de los equipos científico-técnicos en el seno de las empresas.
  • Creación de empresas de base tecnológica en disciplinas científico-técnicas transversales.