Bancos de semillas, un seguro para el futuro de la tierra

Para la reproducción de las plantas, las semillas son la parte más importante. Contienen todo el código genético que luego dará origen a las nuevas plantas. Las semillas se caracterizan por su resistencia, por la facilidad para el transporte y conservación. Pero sobre todo, las semillas son fundamentales para la generación de una nueva cosecha. Es por ello que desde que el ser humano comenzó a cultivar, aprendió a conservarlas y atesorarlas como un bien muy preciado, de ahí el nombre de bancos de semillas. Hoy te explicamos qué son y cómo pueden mejorar la vida de muchas personas.

Fecha: 02-Aug-2022

Biodiversidad e industrialización: el papel clave de los bancos de semillas

Con el inicio de la industrialización de la agricultura, gran parte de la población se desvinculó de la actividad agraria y de la naturaleza. Por eso muchas de las especies autóctonas han perdido sus guardianes tradicionales (agricultores y agricultoras), y la diversidad disminuye cada año. Las consecuencias son claras: a lo largo del planeta se han perdido centenares de especies de alto valor para para la naturaleza y por ende, para la humanidad. Cada vez que un huerto desaparece, lo hace también el conocimiento que el horticultor u horticultora tenía… pero también sus variedades de semillas.

Más del 90% de las variedades de cultivos han desaparecido de los campos en los últimos 100 años. Por eso en Ayuda en Acción impulsamos la creación y el mantenimiento de los bancos de semillas. Estos son los garantes de que en las comunidades más remotas y pobres siempre exista disponibilidad de semillas para poder sembrar y cosechar al año siguiente, garantizando la seguridad alimentaria y nutricional.

Los bancos de semillas son instrumentos utilizados durante años como una forma de solucionar los problemas de acceso y disponibilidad de semillas de calidad en comunidades rurales pobres. Funcionan cuando se habilita un almacén de semillas con un equipo que lo gestione, adquiriéndose semillas que se ponen a disposición de los agricultores y agricultoras que viven en condiciones de mayor vulnerabilidad.

 

Los bancos de semillas como estrategia para la resiliencia frente al cambio climático.

En Ayuda en Acción somos muy conscientes de que el impacto del cambio climático en las regiones donde trabajamos es cada vez más agresivo. Nos enfrentamos con periodos cada vez más prolongados de sequía o lluvias cada vez más fuertes e intensas. Por eso trabajamos en la mejora de la resiliencia de las comunidades, entendida como la capacidad de adaptarse y recuperarse de las crisis de manera positiva.

Dentro de la generación de resiliencia, una de las estrategias es la conservación y almacenamiento de semillas en bancos comunitarios. Esta estrategia la utilizamos tanto en el Corredor Seco Centroamericano como en la región de Borena en Etiopía, ambas regiones muy golpeadas por sequías cada vez más duras y largas.

Además, los bancos de semillas garantizan la conservación de la agrobiodiversidad, que es también una manera de adaptación al cambio climático. Los bancos hacen posible la preservación de semillas criollas o nativas, que son de vital importancia para asegurar importantes genes que aportan sabor, color y olor a los frutos… pero también resistencia a plagas y a las inclemencias del clima.

 

¿Cómo funciona un banco de semillas comunitario?

Los bancos de semillas comunitarios tienen el objetivo de preservar de manera adecuada las semillas de una cosecha para la siguiente. Para asegurar la supervivencia de las semillas es muy importante contar con un lugar de acopio y almacenamiento en condiciones óptimas. Pero llegados aquí, te preguntarás por las razones para crear un banco de semillas. ¡Te las cuento!

  1. Accesibilidad: las personas que se dedican a la agricultura necesitan tener semillas sanas y accesibles económicamente.
  2. Tecnología: para muchas personas en el mundo es imposible acceder a paquetes tecnológicos que permitan el establecimiento de un cultivo con semillas provenientes de procesos de mejoramiento genético.
  3. Confianza: las agriculturas y agricultores confían más en la conservación de sus propias semillas a la hora de sembrar.

 

Modalidades de bancos de semillas comunitarios

Desde Ayuda en Acción promovemos varias modalidades de bancos de semillas comunitarios, adaptados a las características de trabajo dentro de las propias comunidades. Pero la base de todos ellos es el almacenamiento, el intercambio y la redistribución.

 

Bancos centralizados

En estos bancos, el lugar de acopio y el funcionamiento se hacen a nivel comunitario, pero se gestionan de manera centralizada por un grupo que gestiona la operación. Cada agricultor/a solicita las semillas que necesita y tendrá que devolver una parte, una vez haya cosechado. De esta forma se asegura que en el banco siempre existan semillas para seguir sembrando en la cosecha siguiente.

 

Bancos en red familiar

El almacenamiento se hace a nivel familiar y no centralizado. Cada familia que se une al banco lleva un registro de qué semilla tiene guardada, cuál es la cantidad y la variedad. De esta manera se garantiza poder contar con una gran variedad de semillas.

 

Bancos combinados

Como se sobreentiende, son una combinación de las dos modalidades anteriores. Se cuanta con un banco comunitario y luego cada familia también almacena su propia semilla.

Las familias cuentan con la formación para garantizar la conservación de sus semillas con mucha calidad y además también se les alienta a que seleccionen las semillas que crean mejores, haciendo sus propios procesos de adaptación a las plagas, condiciones ambientales e incluso gustos o color de las semillas que seleccionen.

 

Planta semillas

 

El importante papel de las mujeres en la conservación de las semillas

Desde hace años se ha valorado especialmente el papel de la mujer en materia de resiliencia, sobre todo en las estrategias de conservación. Dichas estrategias engloban no solo las semillas, sino también el agua, suelo y en general los recursos naturales.

Con apoyo de AECID llevamos a cabo en Honduras un proyecto orientado a fomentar esa resiliencia en favor de la seguridad alimentaria, teniendo en cuenta el papel que desempeñan mujeres indígenas lenca. En él participan redes de mujeres que agrupan a 350 agricultoras que son realmente garantes de la seguridad alimentaria, pero también lideresas en los procesos de adaptación frente al cambio climático.

Maribel, de quien ya te hablamos en este otro post, es Coordinadora de Grupo de Mujeres de Meyanguel. No solo reconoce cómo la formación en la conservación de semillas es muy importante para los procesos de desarrollo en la comunidad, sino que pone en valor el papel que siempre han tenido ellas en la selección y conservación de las semillas.

Las mujeres suelen encargarse del desagranado de las mazorcas, y de manera tradicional seleccionaban aquellas que tuvieran los granos más copiosos, mejor color y sabor. Gracias a formaciones como las que ponemos en marcha en nuestro proyecto, ahora también conocen las mejores técnicas para que se preserven con calidad de un año a otro y no sean atacadas por mohos, roedores o diferentes bacterias, que atacaban por las malas técnicas de acopio y conservación.