Avances en la prevención del oídio en el viñedo

En mayo de 2018 comenzaron los trabajos del proyecto Oídio Detection, una iniciativa promovida por Grupo Rioja —la mayor asociación de bodegas de la Denominación— para desarrollar un modelo de predicción de la enfermedad del oídio en los viñedos que permita un uso de tratamientos fitosanitarios más racional y sostenible en la Denominación.

Fecha: 24-Jun-2020

Tags: oídio , viñedo

El oídio, o ceniza, es una enfermedad fúngica endémica en Rioja que, en condiciones favorables, puede producir daños considerables en el viñedo, lo que obliga a la aplicación de tratamientos fitosanitarios preventivos, en ocasiones innecesarios, que conllevan, por un lado un coste económico, y por otro un deterioro ambiental por la permanencia de residuos en los suelos y su filtración en acuíferos.

Y ahora, tras dos años de trabajo, la pasada semana se daban a conocer los resultados de este importante proyecto, Oídio Detection, que finalizó en mayo con conclusiones, basadas en la investigación supervisada por técnicos del ICVV en dos campañas tan dispares como fueron 2018 y 2019, ya que en la primera se manifestó el Oídio con severidad mientras que 2019 fue benigno para el viñedo de Rioja.

En el trabajo de campo han participado las bodegas asociadas Ramón Bilbao y Bodegas del Medievo y se han unido la Asociación de Cooperativas FECOAR y las cooperativas Bodegas Aradón y Bodegas Patrocinio, en colaboración con la empresa riojana de tecnología Encore Lab, la colaboración del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) y el Servicio de Información Agroclimática (SIAR). La Consejería de Agricultura de La Rioja aportó ayuda económica en el marco del programa de Grupos Operativos.

El oídio en el viñedo

La presencia de esta enfermedad, que afecta a las hojas y tallos de la vid, obliga cada año a aplicar tratamientos preventivos que conllevan un elevado coste económico y ambiental, por lo que el proyecto buscaba desarrollar un modelo de predicción que permita un uso racional de tratamientos fitosanitarios. La iniciativa aspira a reducir, al menos, en un 20 % la aplicación de fitosanitarios por parte de la mitad de los 16.500 viticultores y las más de 500 bodegas que componen el sector vitivinícola riojano. Este objetivo permitiría un ahorro económico de unos 1.100.000 euros al año y una reducción de casi 10.000 litros de productos, lo que supondría una clara mejora en la sostenibilidad ambiental del viñedo.

La investigación se centró en contrastar el sistema de toma de decisiones del Modelo Gubler‐Thomas, desarrollado en California, para adaptarlo a las condiciones de Rioja y crear un modelo propio para la Denominación.

El trabajo de campo se dividió entre La Rioja Alta, con influencia atlántica, y La Rioja Oriental, con influencia mediterránea, fijando, en cada una, una zona sin tratamiento; otra, con tratamiento convencional y, una tercera, de tratamiento experimental. Las parcelas estaban controladas mediante sistemas de información geográfica (SIG) y tecnología CESENS de monitorización con sensores de campo integrados en estaciones agroclimáticas, además de las tres visitas mensuales que los técnicos iban realizando para el seguimiento in situ. Toda la información confluye en una aplicación creada expresamente para gestionar el viñedo desde cualquier punto en cualquier momento.

En 2018 se logró reducir, entre un 20 % y un 50 %, el número de tratamientos en el 67 % de las parcelas ensayadas. Además, el escaso ataque registrado en algunos de los testigos ya apuntaba que, en algunos casos, el número de tratamientos podría haber sido aún menor. En la campaña 2019, en cada parcela se distribuyó al menos un testigo que no recibió ninguna aplicación de productos y tres repeticiones de los dos tratamientos a ensayar en base al criterio de elección del momento de aplicación: ‘predictivo’, basado en las recomendaciones del modelo Gubler-Thomas, y ‘convencional’, basado en el criterio del viticultor.

Los resultados obtenidos en los testigos de 2019 permiten contemplar incluso la aplicación de menos tratamientos frente al Oídio y, pese a la disparidad de ambas campañas, parece factible reducir sustancialmente la aplicación de fitosanitarios en el viñedo riojano.