AINIA aborda la gestión sostenible del agua en la industria agroalimentaria

AINIA impartió ayer jueves el IV Seminario Técnico Internacional ‘Gestión del agua de las industrias agroalimentarias’, un encuentro en el que se abordaron los retos actuales del sector como la reutilización de las aguas residuales y de proceso; las posibles iniciativas que el sector agroalimentario puede adoptar para una gestión sostenible del agua; su regeneración y reutilización como parte de la gestión integral hídrica de la empresa; o la recuperación y valorización de recursos de las corrientes residuales.

Fecha: 04-Oct-2021

El marco legal y normativo actual relacionado con la depuración y la reutilización del agua en la industria alimentaria, es de especial interés por las necesidades y oportunidades que supone como forma de mejorar la sostenibilidad de su gestión en el sector alimentario.

La influencia de la aplicación de medidas de economía circular (optimizar consumos de cada proceso, eliminar las pérdidas o reutilizar caudales) en la reducción del canon de vertido en la industria alimentaria fue el tema de la ponencia del jefe del departamento de vertidos industriales de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales de la Comunitat Valenciana (EPSAR), Francisco Escribano.

Las posibles iniciativas que el sector agroalimentario puede poner en marcha para una gestión sostenible y segura de su suministro de agua fue uno de los aspectos más relevantes de la intervención del presidente de la Asociación Española de Reutilización Sostenible del Agua (ASERSA), Rafael Mujeriego.

Sobre las acciones para la aplicación de la innovación en la gestión y utilización del agua que fomenta la Plataforma Tecnológica Food for Life-Spain, habló su secretario general, Eduardo Cotillas.

Por su parte, Alfredo Rodrigo, del departamento de Medioambiente de AINIA destacó la importancia del agua como recurso natural esencial dentro de la cadena alimentaria, “desde la etapa de producción agrícola de las materias primas, pasando por su transformación en las industrias alimentarias, hasta el consumo final de los alimentos por parte de los consumidores”.

En este sentido, explicó Alfredo Rodrigo “el uso de indicadores hídricos (huella hídrica, huella del agua, GRI,..) permiten a las industrias alimentarias la cuantificación, evaluación y mejora de la gestión de este recurso y de las aguas residuales generadas, cuyo alcance puede limitarse a una etapa concreta de la cadena alimentaria o a todo el ciclo de vida del producto”

Reutilización de aguas de proceso y residuales

Este nuevo modelo de regeneración y reutilización del agua, como una parte más de la gestión integral hídrica de la empresa, aborda una necesidad social y medioambiental tanto a nivel municipal como industrial. Para el tejido empresarial supone una oportunidad para mejorar su posicionamiento como entidad sostenible y comprometida con los ODS, además de reducir los costes y ser, por ello más eficiente.

El agua tiene múltiples usos en la industria alimentaria, ya sea en procesos de limpieza e higienización, como recurso en la cadena productiva, medio de transporte o en refrigeración y calderas, entre otros. Sin embargo, el empobrecimiento de calidad del recurso y su escasez exigen de acciones desde diversos sectores, incluyendo el industrial, para mitigar esta tendencia como puede ser: minimización del consumo de agua en la actividad industrial, reciclaje o depuración de las corrientes residuales para reducir su impacto medioambiental y la regeneración, desinfección y recuperación de esas aguas residuales para su reutilización, entre otros.

En la situación actual, según explicó Jorge García, del departamento de Medioambiente de AINIA, la aplicación de estrategias basadas en el concepto de economía circular adquiere gran relevancia, “transformando el agua residual y todo lo que la caracteriza en un recurso o fuente de materias primas que pueden ser útiles para otras actividades. Esta transformación requiere de la tecnología para hacerla realidad, siendo el catalizador para un modelo más verde, sostenible, económicamente circular y hermanado con la simbiosis industrial entre sectores y tejidos diversos, como el industrial, el académico y el social”

Por su parte, José Mª Ferrer, jefe de Derecho alimentario de AINIA, avanzó los aspectos más relevantes del Proyecto de Real Decreto con los criterios técnico-sanitarios de suministro y control de la calidad del agua de consumo.

¿Residuo o fuente de compuestos de valor?

La economía circular supone un cambio de paradigma en el que el agua residual pasa de ser un simple residuo, a tratarse como una rica fuente de recursos que pueden ser recuperados a través de la innovación tecnológica. La colaboración entre empresas, centros de I+D y proveedores tecnológicos es clave para aprovechar todo el potencial de las corrientes residuales.

Las tecnologías bioelectroquímicas abren un abanico de posibilidades en el tratamiento y transformación de residuos en corriente eléctrica, vectores energéticos como biometano o biohidrógeno o bien en productos de valorizables en la industria como pueden ser ácidos o bases o compuestos procedentes de la reducción u oxidación de aquellos de interés contenidos en el propio residuo.

“Esta tecnología está fundamentada en la utilización de microorganismos con capacidad de transferencia electrónica a un electrodo o un compuesto en el medio de reacción, por lo que las posibilidades de aplicación de esta biotecnología son amplias tanto en el tratamiento de residuos como en la fabricación de biosensores o en la biosíntesis industrial”, según destacó Pau Ródenas, departamento de medioambiente de AINIA.