Agricultores de Castilla y León apuestan por integrar prácticas de agricultura regenerativa en sus cultivos de patata

Guillermo Holgado y Manuel Aires, agricultores de Castilla y León, forman parte de un foro de agricultores locales líderes en sostenibilidad en el que comparten su conocimiento, formación y buenas prácticas de agricultura regenerativa. Este proyecto es una iniciativa de la multinacional estadounidense Pepsico, que tiene como objetivo final ayudar a construir un sistema alimentario más sostenible en España.

Fecha: 02-Aug-2021

Tags: vacuno

Agricultores innovadores de las regiones de Extremadura, Castilla y León, La Rioja y Murcia participan en este proyecto para compartir prácticas de agricultura regenerativa y así potenciarlas en España. Entre ellos, se encuentra Guillermo Holgado, agricultor de la Cooperativa Indycons (proveedor de patata de Castilla y León), que utiliza la energía solar para el riego eficiente de sus cultivos.

Guillermo se dedica a la agricultura de pleno siguiendo el negocio familiar que comenzaron sus abuelos. Sus cultivos (patata, maíz dulce, remolacha de mesa, remolacha azucarera, colza, adormidera, zanahoria, trigo y cebada de regadío, raigrás para forraje y barbecho) están distribuidos por varias fincas en la provincia de Ávila. Concretamente en cuatro pueblos de la zona de La Moraña, (Cabezas de Alambre, Don Jimeno, Costazana y San Vicente de Arévalo). En la actualidad cuenta con 250 hectáreas de regadío y 35 hectáreas de rotación de patatas.

“Un  cultivo sostenible al final se traduce tanto en rentabilidad económica como en una mejora medioambiental, el ejemplo es el del ahorro de agua, muy importante en la agricultura”, ha apuntado el agricultor.

En este sentido, Guillermo ha explicado que el sistema de cultivo que se llevaba a cabo antes ha cambiado mucho del que se hace ahora. “Han cambiado muchas cosas, por ejemplo, la maquinaria se ha ido sustituyendo por maquinaria más eficiente que consume menos combustible; el riego se ha mejorado con bajadas de presión que permiten gastar menos agua; el abonado se hace tras un análisis de suelo y utilizando la cantidad justa; y se ha mejorado la rotación de cultivos. Todo esto se traduce en rentabilidad y en un aumento de producción. Hace unos años teníamos una producción de 40-50 toneladas de patata por hectárea, ahora se obtienen unas 60 toneladas”, ha apuntado.

En cuatro de sus fincas utiliza la energía solar para el riego eficiente de sus cultivos. Su inversión en placas solares ha alcanzado los 300.000 euros, pero lo han amortizado en siete años. De esta forma, utilizan un sistema de riego solar que utiliza una baja presión para ahorrar agua y energía y con esto necesitan unos 6.000 m3 por hectárea (el consumo depende de las altas temperaturas -calor).

Guillermo ya trabaja en otras prácticas sostenibles. Está estudiando junto a una empresa externa las dosis de agua que necesitan todos los cultivos por satélite. Además, siguen con el abonado por mapas y variable, para utilizar la cantidad de abono que se necesite en cada zona de la parcela y por cultivo.

 

Evitar la escorrentía y la erosión del terreno en el cultivo

Por otra parte, Manuel Aires, la tercera generación que se dedica a la agricultura en su familia junto a su hermano y su padre, también pertenece al foro de los agricultores locales e innovadores de Castilla y León.

Tiene una finca de 110 hectáreas en la que cultivan un 60% de maíz, 30% de patatas, 9% de trigo y 1% de girasol. “Antes utilizábamos un sistema de cultivo tradicional y ahora estamos aplicando la tecnología en el campo. Utilizamos autoguiados, siembra variable o abono a demanda con mapas de suelo”, ha afirmado Manuel añadiendo que la sostenibilidad es imprescindible para el campo porque a la vez dependemos de él.

En su finca utiliza una práctica que le ayuda a evitar la escorrentía y la erosión del terreno en la fase de plantación de la patata. “Para ello, básicamente lo que hacemos son mini diques en el cerro de cultivo con la ayuda de una máquina. Esta, cada pocos metros, va haciendo una pequeña poza para que el agua se quede estancada y no haga escorrentía, lo que nos permite aprovechar más el agua y, en definitiva, ahorrar este recurso”, ha destacado Manuel. Todo ello, teniendo en cuenta que para el cultivo de patata se necesitan alrededor de unos 5.000 m3 por hectárea.

“A raíz de implementar todas estas nuevas técnicas hemos pasado de producir 40 toneladas por hectárea a estar cerca de las 50, y encima contribuimos a la mejora del medio ambiente”, ha apuntado Manuel. Además, este agricultor está trabajando también en la aplicación de fitosanitarios con un sistema de cierre por tramos para no utilizar más cantidad de producto de la necesaria, y está haciendo labores de conservación para aprovechar los restos orgánicos del cultivo anterior, elaborando el abono a demanda y realizando siembra de maíz variable.

 

La importancia de compartir experiencias agrícolas

“Tener información y compartirla nos ayuda a crecer y a aprender, siempre es positivo conocer lo que hacen otros agricultores y sus experiencias”, ha afirmado Manuel mientras Guillermo ha destacado que “nos retroalimentamos de lo que vamos haciendo y todos juntos sacamos buenas conclusiones”.

“Trabajar con PepsiCo me ha mostrado que con el trabajo que hacemos entre todos y uniendo nuestras ideas se pueden mejorar las cosas. Uno aporta algún método que está aplicando en su explotación, otro necesita consejo para saber qué hacer con sus cultivos, pero en definitiva este foro nos ayuda a mejorar a través de nuestras experiencias”, ha subrayado Guillermo.

Ángel Alonso, director del Departamento Agrario de PepsiCo en el Suroeste de Europa, ha afirmado que “conectar de forma efectiva a nuestros agricultores y crear una red especializada que comparta las nuevas prácticas de agricultura regenerativa va a ser el generador de ideas y el motor de cambio hacia una agricultura consistente con los nuevos objetivos. Del mismo modo, las nuevas tecnologías también han venido para transformar la agricultura actual, en PepsiCo llevamos muchos años poniendo especial foco en ellas para disminuir el consumo de agua y también para desarrollar nuevas prácticas para reducir las emisiones de carbono y contribuir así a la mejora de la salud, la fertilidad y la biodiversidad del suelo”.

Con el objetivo de impulsar una agricultura positiva, Pepsico pretende que su nueva meta a nivel global para 2030 sea ampliar el uso de prácticas agrícolas regenerativas en cerca de tres millones de hectáreas, prácticamente la totalidad de su huella agrícola y mejorar los medios de vida de más de 250.000 personas relacionadas con el sector. Este nuevo impulso significa pisar el acelerador en un camino ya iniciado en 2006 y que tiene como objetivo final ayudar a construir un sistema alimentario más sostenible.

“Cualquier plan para hacer frente a los desafíos urgentes del sistema alimentario mundial debe abordar la agricultura, la fuente de alimentación para miles de millones de personas y palanca clave para abordar el cambio climático y la desigualdad”, afirma Ramón Laguarta, presidente y consejero delegado de PepsiCo, añadiendo que “trabajando juntos, podemos reducir nuestra huella de carbono colectiva, satisfacer las necesidades nutricionales de una población en rápido crecimiento y proporcionar oportunidades económicas significativas para más personas”.

“La tierra se va degradando y hay que cuidarla. A los agricultores nos gusta aprovecharlos recursos que tiene la naturaleza y evitar así la utilización de productos químicos. También permite mayor rentabilidad, aunque es verdad que es un proceso lento. Tenemos que tener paciencia”, ha afirmado Guillermo.

Por último, Manuel también ha dado su punto de vista sobre las ventajas de la agricultura regenerativa en España: “Vivimos en un mundo en el que es necesario producir muchos alimentos, pero a su vez necesitamos ser respetuosos con el medioambiente, ser sostenibles. Necesitamos aumentar nuestras producciones al máximo, pero optimizando todos nuestros recursos”.