Vicente Marqueta, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara, ha realizado su análisis periódico del mercado internacional de los cereales, destacando la tendencia al alza de cebada, colza y girasol, y la estabilidad para el maíz.

Señala que el mercado está extremadamente volátil con pronunciadas subidas y bajadas, y una vez más el principal responsable es el factor político.

Los puertos ucranianos se bloquean y desbloquean bajo la amenaza rusa y tuvo que volver a salir «el turco» para poner orden, que no paz. Y nosotros los españoles más contentos que un perro con dos colas. ¿Por qué? Pues porque «nos estamos merendando la mayor parte del cereal ucraniano».

Es verdad es que sin ese grano España entraría en una situación de país necesitado de ayuda humanitaria y todos los países que dependen de la exportación de nuestra industria agroalimentaria.

Si Rusia permite que esto sea así es porque gana más que pierde a pesar de las sanciones europeas o evita que otros ganen más que él (léase EE.UU.), o consigue que nuestra economía y la europea «se vaya al garete».

Los países importadores, como España, lo tienen muy crudo con el actual escenario de precios. Inflación y recesión combinan mal. Esta dependencia española en el caso de los cereales se puede extrapolar perfectamente al sector energético en el caso de Alemania.

Si miramos al otro lado del charco, Brasil podrá suministrarnos maíz y soja, también EE.UU., pero traerlo de allí es aún más caro. Y hablo de maíz y soja porque lo que es trigo, cebada, girasol o colza no son cultivos mayoritarios en las Américas para su exportación.

A decir verdad, en este momento está todo absolutamente desorganizado. Deseamos una gran cosecha a nivel mundial que fortalezca los stocks ya de por si muy debilitados y que los flujos comerciales transcurran sin sobresaltos.

También deseamos una economía en crecimiento y en prosperidad para todos. Veremos el desarrollo de los acontecimientos, de momento, estos deseos distan mucho con la realidad.