La idea, que nació hace unos años de un acuerdo entre la Universidad de Zaragoza y la Diputación de Zaragoza, se ha extendido en este 2021 a Huesca mediante otro convenio entre la Diputación de Huesca y dicha universidad. Y en el Somontano de Barbastro, el CEDER (que participa en el programa `Pueblos vivos´) quiso colaborar con la iniciativa.

Paloma Fabregas, gerente del Centro de Desarrollo del Somontano, califica la experiencia de muy positiva. «Hemos logrado que cinco estudiantes trabajen en municipios pequeños como Alquézar, Lascellas o Peralta de Alcofea. A estos hay que sumar dos más en el Ayuntamiento de Colungo (aunque fuera del programa). Es cierto que se han quedado otras cinco plazas sin cubrir, pero la cifra es para estar satisfechos. Nunca podemos perder de vista las dimensiones del territorio». Así, a través de Universia se han ocupado dos plazas y con la ayuda del Ceder Somontano, cinco. Fábregas explica la complejidad de casar las necesidades del mercado laboral con las titulaciones. «Desde el Ceder le dimos difusión y también buscamos empresas porque muchas no estaban al tanto», señala.

En estas prácticas en el medio rural, el llamado `Erasmus rural´, los estudiantes titulados deben residir en un radio no superior a los 50 kilómetros de su lugar de trabajo, reciben un salario de 600 euros y están dados de alta en la Seguridad Social. Los todavía estudiantes pueden ser de cualquier punto de Aragón y reciben una ayuda mensual de 300 euros más una dieta para manutención. El periodo de formación finaliza el 31 de octubre. Para sacar adelante esta iniciativa colaboran las Diputaciones de Zaragoza, Huesca y Teruel, Universidad de Zaragoza e Inaem.